Usher plantea sus nuevos retos, sus preocupaciones y deja en claro su profundo sentido del amor.
ENERO 19 DE 2024
Desde las colinas de Henderson, Nevada, en donde se extienden mansiones modernistas construidas a la medida, enclavadas en las terrazas de las cadenas montañosas, la ciudad de Las Vegas se despliega como una alfombra mágica.
En esta tarde de otoño, Usher Raymond IV, el artista de 45 años, conocido en todo el mundo simplemente como Usher, contempla la vista desde el extremo de su mesa de comedor, al aire libre, acompañado de su goldendoodle, Scarlett, que está dormida a sus pies.
“¿Cuándo fue la última vez que te miraste al espejo y realmente te observaste a ti mismo?”, me pregunta. Esta mañana, le respondo. “Cuando te miraste en ese espejo, ¿te dijiste que te amas? ¿Te dijiste que te perdonas?”, me increpa nuevamente. Le respondo que sí, pero solo porque antes, en una llamada previa, él me lo sugirió.
“Sí, yo también lo hice esta mañana”, responde Usher. “Es un poco psicodélico decirte eso todos los días, pero te hace sentir bien. Necesitamos mirarnos y decirnos a nosotros mismos: ‘Oye, pase lo que pase, te quiero’”.
decidieron extenderla dos veces (llamada Usher: My Way, The Vegas Residency), donde tres noches a la semana sale cantando, bailando y ocasionalmente patinando en línea, todo a través del ritmo seductor del R&B, acompañado de bailarines exóticos, una bola disco en forma de durazno y varios cambios de vestuario y elaboradas escenografías. (Quizás eso tenga que ver con un juanete en su pie que requiere cirugía).
También está grabando un nuevo álbum, Coming Home, su noveno disco, mientras planifica el show de medio tiempo del Super Bowl 2024, el momento televisado más grande de su carrera.
Me dice que mantendrá este mismo rush hasta después del show, y que de momento asiste a sesiones con su terapeuta, realiza prácticas diarias de meditación, se ejercita, come saludablemente, es una buena pareja y educa a dos hijos menores (de cuatro años) en esta elegante casa de cinco habitaciones, que su familia encontró para pasar una larga temporada en Las Vegas.
Usher no duerme mucho. El día anterior, mientras viajábamos juntos entre las locaciones de la sesión de fotos para Vogue, se quedó en silencio pensando en toda la presión de este periodo.
“Sé que va a ser el momento más difícil de mi vida”, me comentó al hablar sobre este tiempo de preparación, planificación, canto, patinaje, entrenamiento, promoción, crianza y el hecho de querer estar presente. Pero si hay algo seguro en Usher es que conoce el poder del amor.
Es difícil conocer a alguien tan amado como Usher. Y no me refiero solo a su música, aunque el amor es también parte de sus letras. Ni siquiera me refiero solo a su hogar, aunque su pareja de cuatro años, Jenn Goicoechea, y sus dos hijos, Sire y Sovereign, así como sus hijos adolescentes de un matrimonio anterior en Atlanta, Usher “Cinco” V y Naviyd Ely, ciertamente lo llenan de amor.
