Con el compromiso de educar y formar profesionistas de calidad, ha enfrentado y superado retos, sin dejar de cumplir con su objetivo social.
JUEVES 24 DE MARZO DE 2022.
Se creo para que las familias sinaloenses tuvieran las aulas y los maestros que difundieran la cultura y se educaran sus hijos. El andamio necesario para la formación profesional de los mismos. Una visión de futuro de su creador, el ilustre Eustaquio Buelna.
Hablar de la Universidad Autónoma de Sinaloa, es hacer un repaso de su historia viva en la estructura educativa del Estado. Nació en un ambiente convulsionado por las condiciones sociales, económicas y políticas de la época, aún así, superó sus crisis y siguió fuerte como la vemos ahora.
Su andar en su función educativa, no le resultado sencillo, pero ha formado alumnos que se han destacado en la ciencia, en la cultura y las artes, pero también en la guerra. Un ejemplo de ello, el muy recordado granito de oro de la revolución mexicana. Rafael Buelna Tenorio.
Que ha vivió ciclos de tensión política. Si, y ahí están registrados. Que ha sido el refugio de organizaciones políticas, también. La Universidad de los sinaloenses, ha recibido todo tipo de ideologías. No se ha comprometido con ninguna. Su principio de universalidad ha sido propio y respetado.
En su existencia. El Estado se posicionó por muchos años, quitaba y ponía directores y rectores, estaba facultado y así lo ejercía. El movimiento estudiantil de 1968 cambió las condiciones directivas de las instituciones de educación superior, la de Sinaloa, para entonces ya había logrado su autonomía, aunque relativa, pero la tenía. Quien desidia era la Junta de Gobierno.
El movimiento político subversivo que se arraigó en la universidad pública desterró las Juntas de Gobierno y surgieron los llamados consejos universitarios paritarios. Sinaloa no fue la excepción. Un modelo político y revolucionario que gobernó por varios años a la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Ese modelo de gobernó, recibía y administraba libremente el subsidio que se recibía para subsistir. En 1974 y 1975 nacen los sindicatos de administrativos y académicos respectivamente. Cada uno tenía celebrado su contrato colectivo de trabajo. Con la reforma laboral de 1980, se funden en uno solo y nace el Sindicato Único de Trabajadores a de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el SUNTUAS y un solo contrato colectivo de trabajo.
La contratación colectiva en la universidad pública autónoma por ley recibió un trato privilegiado, la conveniencia política era obvia. El gobierno federal y estatal querían mantener tranquilas las corrientes políticas refugiadas en ese tipo de casas de estudio, para la estabilidad política nacional. El 68 fue una experiencia amarga para el régimen político de la época.
En efecto, la jubilación dinámica en la Universidad Autónoma de Sinaloa aparece durante ese periodo. Los gobiernos federal y estatales lo aceptaron. Hoy quieren revertir un derecho que fue constitucional y legalmente obtenido. El gobierno quiere ignorar, no le será posible, que el régimen laboral en este tipo de Instituciones está dentro del apartado “A” del artículo 123 de la Constitución Federal, y en este cuerpo normativo está la contratación colectiva como un derecho inalienable de los sindicatos.
La Secretaría de Educación Pública, la de Hacienda, la Auditoría Superior del Estado y la de la Federación, ya tienen una respuesta fundada y razonada con exhaustividad de la naturaleza jurídica del contrato colectivo de trabajo y sus fines. Que habrá que revisarlo y adecuarlo a las condiciones que permitan un crecimiento equilibrado a la Universidad, debe ser una posibilidad.
El SAT quiere que las universidades autónomas por ley y con contratos colectivos de trabajo, graven, por ejemplo, el aguinaldo de los trabajadores, cuando bien saben que el citado pacto colectivo permite legalmente negociar para evitar ese tipo de gravámenes.
Defensa la tiene la Universidad. El Rector Madueña Molina, con seguridad responde a una posible agresión a la Casa Rosalina. Las hostilidades fiscales deberán moderarse, las condiciones políticas del País en estos momentos no son las más recomendables. Un aliado importante en este momento de tensión con la autoridad fiscal es el Gobernador Rocha Moya, conoce la historia de la Universidad y no quisiera que se repita lo que vivió.
¿Usted qué opina?
