El regreso a clases presenciales en la Casa Rosalina fue debidamente planeado…

Tomar decisiones que pueden poner en riesgo la salud general de los universitarios, fue todo un reto. Se consideraron los mínimos detalles para que el Rector Madueña Molina y los Directores de las Unidades Académicas llegaran a definir los medios para evitar enfermedades que propiciaran un retroceso en la educación que imparte esta importante Casa de Estudios.

No es una expresión de elogios, pero una Universidad con más de 170 mil estudiantes más su población trabajadora, no fue fácil determinar un regreso cuando la pandemia del Covid-19, sigue enfermando y quitando vidas de muchos sinaloenses.

Hay confianza de los Padres de familia en las condiciones impuestas por la Universidad Autónoma de Sinaloa para que sus hijos cumplan con el rol que les toca y las autoridades universitarias evalúen constantemente el desarrollo de las actividades educativas para que no sufran ningún retroceso.

Medidas aplicadas con responsabilidad, orden y disciplina, seguro que darán los resultados que se planearon. Tener una comunidad universitaria sana y apartada de riesgo de contagios, permitirá cumplir con eficiencia con los planes y programas de estudio.

Madueña Molina, tiene considerado también llevar a cabo una revisión general del contrato colectivo de trabajo que se tiene celebrado la institución que representa con el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, para adecuarlo a las condiciones actuales y que no represente pérdida en las prestaciones contempladas en el mismo.

La nueva ley general de educación y la reforma a disposiciones constitucionales en materia laboral y de transparencia y rendición de cuentas, imponen a las organizaciones sindicales nuevas formas de actuación en el cumplimiento de sus fines. Sin que ello implique renunciar a derechos que la constitución y la ley les otorga.

Se han dado pasos importantes y se ha actuado con la mayor responsabilidad en el seno sindical. Reformar el contrato colectivo de trabajo para suprimir la jubilación dinámica del mismo a partir del 2016, significó un esfuerzo de dimensiones considerables, pero era conveniente si se toma en cuenta que el subsidio federal y estatal resultaba insuficiente para seguir sosteniendo esa prestación.

Haber continuado con la jubilación dinámica en la Universidad Autónoma de Sinaloa, la estabilidad financiera de la Casa Rosalina se hubiese puesto en riesgo, y con ello, perder la seguridad de seguir conservando la institución y el contrato colectivo de trabajo. Ante esa disyuntiva, se optó de manera inteligente, seguir conservando la fuente de trabajo sin jubilación.

La evolución laboral cada vez impone nuevos retos. El crecimiento de la demanda educativa en las instituciones públicas de educación superior exige mayor presupuesto y para poderlo obtener, se tiene que recurrir a remover obstáculos que lo dificulten.

El dialogo ha sido continuo con la dirigencia sindical. Ha habido respeto y aceptación de la necesidad de revisar el pacto colectivo. Hay disposición sindical de actualizar condiciones que ayuden a la institución y mantengan seguras las prestaciones de los trabajadores.

El Rector Madueña Molina, es un funcionario formado profesionalmente en la Universidad que dirige, y una autoridad que, con visión de futuro, armoniza el desarrollo de la Universidad con su entorno social y da confianza a los trabajadores en su progreso laboral.

¿Usted qué opina?