CUATRO LEYES DE ESPIRITUALIDAD.
“Conocer a los otros es sabiduría. Conocerte a ti mismo es iluminación.”
Por: José Antonio Servín.
9 de Julio del 2023.
1. La persona que llega a su vida siempre es la persona correcta: Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Nadie llega a nuestra vida por casualidad. Siempre deja un poco de sí y se lleva un tanto de nosotros. Habrá los que se llevan mucho, pero no quien no deje nada.
Todas las personas que nos rodean están ahí por algo, y todas sin excepción, tienen algo bueno y/o malo que decirnos. Todo en la vida suma. No desestimemos ningún aprendizaje. Así, tengamos siempre una buena disposición hacia los demás.
2. Lo que sucede es lo único que podía haber sucedido: Somos una casualidad llena de intención. Nada de lo que nos acontece podría haber sido de otra manera. Desde que pasó lo que pasó ya es lo único que podía haber pasado.
Nos acostumbramos a pensar en lo que podría haber sido, en crear situaciones hipotéticas en las que actuábamos de otra manera, y como consecuencia, obteníamos otro resultado.
Conscientes que cada cambio genera situaciones impredecibles, aceptemos lo que sucede. Lo hecho, hecho está. Cada una de nuestras decisiones genera una cadena secuencial de acontecimientos que marcan nuestro camino.
No nos amarguemos con lo que podíamos haber hecho y no hicimos, entienda que no puede hacer una maratón si antes no caminó y no puede caminar si antes no gateó. En definitiva, no podemos evitar dar los pasos necesarios en la vida.
3. Cualquier momento en que “algo” comience, es el momento correcto: No espere a que llegue el momento perfecto. Tome el momento y hágalo perfecto. Todo lo que comienza siempre lo hace en el momento adecuado, ni antes ni después. Lo nuevo en nuestra vida aparece porque nosotros lo atraemos. Entendiendo eso, aceptaremos que cuando la vida pone algo en nuestro camino, habremos de atenderlo.
4. Cuando “algo” termina… termina: Deje fluir, no se aferre a nada ni a nadie, todo en nuestra vida tiene su momento y un porqué. Solemos estar atados a un sinfín de historias y emociones. Decir adiós duele, pero cuando algo termina, mantenerlo a nuestro lado genera un gran malestar. Soltar y seguir adelante es la mejor opción para enriquecerse y no sufrir.
Te deseo un excelente día