El derecho a la vivienda es una aspiración legítima de los trabajadores de México. Vivir con dignidad y decoro es reivindicar el derecho de la persona que trabaja.
Diciembre 17 de 2024.
Por lo que se ve, no le bastó al gobierno federal disolver todos los fideicomisos públicos para apropiarse de sus fondos. Acuérdense que dejó sin solvencia el fondo de apoyo para en caso de desastres naturales (Fonden-caso acapulco) y otros muchos. Ahora quiere desfalcar los fondos de la vivienda de los trabajadores.
Conocer la evolución del derecho de los trabajadores es remontarnos a épocas de la barbarie en que los operarios recibían un trato cruel y despiadado. Eran considerados simples objetos que no tenían ningún valor a las personas que los utilizaban. Sus derechos se reivindican con la implantación de la jornada máxima de ocho horas, la seguridad social y la vivienda y muchas otras prestaciones.
El artículo 123, apartado “A”, fracción XII contempla el derecho de los trabajadores a tener una vivienda digna y decorosa. Mismo que recoge la Ley Federal del Trabajo en el capítulo denominado: “Habitaciones para los Trabajadores”.
derecho a la vivienda en uno de los fundamentales que contempla nuestra constitución federal. Un fondo que deberá ser administrado con transparencia y honradez a fin de permitir que los trabajadores puedan tener acceso a créditos baratos para que puedan adquirir vivienda y a ser favorecidos con financiamiento para la reparación o mejoramiento de los que ya tengan.
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda Para los Trabajadores (INFONAVIT), es la institución que fue creada precisamente para administrar el fondo de la vivienda y procurar que los trabajadores reciban los apoyos para que cuenten con vivienda digna.
Es cierto también, que la Institución responsable para administrar el fondo, se ha convertido en una estructura de altos costos con cargo a las aportaciones patronales que aunque no se quiera aceptar, tienen un elevado costo que merma los derechos obreros al financiamiento para la adquisición de vivienda.
El INFONAVIT, dejó de ser esa institución solidaria con las necesidades de los trabajadores. Se ha burocratizado y la solvencia moral de sus directivos ha sido desastrosa. No hay probidad en sus comportamientos laborales y han administrado los fondos con desventajas para los trabajadores. Créditos inaccesibles e intereses caros. Pero tampoco es un motivo para disponer arbitrariamente de esos fondos patrimonio de los obreros.
El patrón es el que aporta el cinco por ciento de los salarios de los trabajadores destinado al fondo que administra el INFONAVIT. Es una institución que debería en todo caso, fiscalizarse con urgencia y establecer los correctivos necesarios para hacerla funcional y rentable pero no que le quiten la seguridad del fondo para transferirlo a las arcas del gobierno.
El fondo de la vivienda es de los trabajadores, es un dinero que les pertenece, por eso preocupa la reforma “fast track” que aprobó el poder legislativo federal en la que se faculta al gobierno federal disponer de la totalidad de los recursos que tenga el fondo de los trabajadores.
La pregunta surge de manera inmediata y categórica ¿dónde están las organizaciones sindicales que dicen representar los derechos de la clase trabajadora? ¿Dónde están las procuradurías de la defensa del trabajo para inconformarse contra ese tipo de medidas violatorias a los derechos de los trabajadores?
¿Se permitirá un atraco más utilizando al poder legislativo federal como el instrumento reformador en perjuicio de los derechos de los trabajadores? ¿El derecho a obtener créditos para la vivienda se convertirá en un mito?
Alerta trabajadores, no se dejen engañar. El fondo de la vivienda es patrimonio de ustedes y no del gobierno ¿Cuál será el destino que le espera a los más de dos billones de pesos que tiene al parecer ese fondo para la protección de los trabajadores? El silencio obrero y de sus organizaciones no anuncian nada bueno. Allá ellos. Pero que lamentable también que la oposición política en el congreso no se haya dejado escuchar ¿también se ha perdido?
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
