El patrón de los huracanes ha sido alterado por el cambio climático, por lo se debe estar preparado
ABRIL 6 DE 2024
Será este 15 de mayo cuando dé inicio en la cuenca del Pacífico la temporada de huracanes 2024 en el hemisferio norte.
Se pronostican hasta 20 ciclones y el 1 de junio en la costa del Atlántico, donde se esperan 17 tormentas tropicales, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Se espera que las tormentas más activas se presenten en la cuenca del Atlántico (Mar Caribe y Golfo de México) derivado de las condiciones del fenómeno de “La Niña” en las aguas de la franja ecuatorial del Pacífico.
Para el Pacífico, la primera tormenta tropical con nombre será “Aletta” y en el Atlántico será “Alberto”.
El fenómeno de “La Niña” se caracteriza por un enfriamiento anormal de las aguas en la zona ecuatorial del Océano Pacífico, por ello las tormentas tropicales en las costas occidentales de México podrían ser menos intensas. Aún es temprano para que el Centro Nacional de Huracanes pronostique exactamente cuántos huracanes superiores a la categoría 3 podrían formarse en ambas cuencas, sin embargo, durante el año anterior las condiciones climáticas rompieron las estimaciones.
Ciclones tropicales
Los ciclones tropicales llegan de la mano de la temporada de lluvias, con la que podría aliviar la fuerte sequía que vive el 58% del territorio mexicano.
Y para este año, se esperan mayores niveles de precipitación en el Sureste, es decir en estados como Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Así como para las regiones Centro, Oeste, Este y Noreste, sin embargo, los meteorólogos temen niveles por debajo de lo normal en el Noroeste de México, por lo que entidades como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora seguirán padeciendo la sequía.
Dados los cambios tan drásticos del clima, los expertos en meteorología temen una mayor intensidad de los ciclones tropicales, situación que le tocó experimentar a México con el huracán “Otis” a finales de octubre, el cual impactó el puerto de Acapulco en categoría 5.