Como ciudadanos convocamos a toda la sociedad para que votara, por quien fuera pero que votara. El resultado de la elección puede ser peligroso.
JUNIO 10 DE 2024
Votar, no es solo ir a la urna, cruzar una boleta y depositarla. Debemos analizar con cuidado cómo y por quien podemos votar. No es igual habernos decidido por Claudia porque estaba más preparada académicamente o porque Xóchitl era respaldada por partidos políticos poco confiables o que Álvarez Máynez era un completo desconocido y que no tenía las tablas suficientes para gobernar.
Pero no era igual votar por los aspirantes al Senado o a las diputaciones federales, en este lote el elector tenía mucho para diversificar su voto.
El ejercicio aritmético fue complejo. Un buen número de electores fue por la cantidad que le pagaron y no por la convocatoria de que votara, por el temor a perder sus subsidios, por la amenaza del narco o por la consigna del sindicato de correrlo sino obedecía. Sin desconocer la gran campaña realizada por López Obrador desde su tribuna nacional en favor de la candidata oficial y el INE como si nada.
Que bien que salimos a votar. Que mal que lo hayamos hecho en su mayoría por un solo partido político. Muchos de los que emitieron el voto en favor de la candidata ganadora se mofan de aquellos que votaron por los perdedores. Como ciudadanos debemos preocuparnos porque no siempre con el triunfo se gana.
¿Debemos estar contentos por el triunfo obtenido? Habría que verlo de manera reservada porque el Presidente de la República ya ordenó a los legisladores que iniciando septiembre se votaría la iniciativa que busca nombrar a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por voto popular.
Qué barbaridad que se llegue a tener juzgadores de ese nivel sin tener carrera judicial o carecer del perfil altamente calificado requerido en el conocimiento de la ciencia del derecho para ser Ministro de la Corte Suprema de México.
El sector empresarial ya dio señales de alarma. El comportamiento de la economía se torna frágil. La volatilidad del peso pone en riesgo la estabilidad económica del País y en ese proceso la llevaremos todos. El peso se desplomaría, el salario se haría añicos y la economía se iría a la barranca.
El equilibrio entre los poderes es una misión esencial en la norma constitucional. El creador de la Constitución fue inteligente y cuidadoso. Cada uno de los Poderes de la Unión sería independiente y respetuoso de las funciones de los demás. Las garantías de defensa frente a las arbitrariedades del gobierno estarían a cargo de un Tribunal Constitucional capaz de resarcir los derechos violados y castigar todo exceso en perjuicio de los gobernados.A López Obrador le molesta que los encargados de juzgar y sancionar las arbitrariedades del estado sean hombres y mujeres capaces e independientes. Quiere subordinarlos a toda costa al poder y mando del ejecutivo.
Esa fue la parte irreflexiva y peligrosa para todos.
Claudia Sheinbaum parece que ya dio las primeras señales de defensa a nuestro sistema jurídico constitucional. Le marca el alto a un Presidente autoritario que con sus desplantes antipatrióticos pone en riesgo la estabilidad de nuestras instituciones constitucionales y la economía nacional.
Oremos por nuestra estabilidad política y adecuada gobernabilidad. Oremos por el destierro a la arbitrariedad y al autoritarismo lopezobradorista.
Que cese todo azuzamiento a los que con sus inversiones nos dan sustento y estabilidad económica. Que la mano firme de la Presidenta Electa detenga esos intentos reformistas desquiciados y peligrosos. Por un México en paz, política y socialmente armonioso.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?