No han encontrado la fórmula eficaz para abatir el espectro criminal de la delincuencia organizada. El saqueo, abandono de pueblos enteros y desaparecidos, el común denominador en los altos de Sinaloa.
Martes 1 de agosto de 2023.
Sinaloa ha sido víctima por muchos años de los embates de la delincuencia organizada, sus grupos armados han impuesto el control gubernamental por varias décadas. Es una versión que se escucha en todas partes, con excepción de las autoridades gubernamentales.
Influyen en el control político del Estado, al grado de palomear a determinados candidatos a cargos de elección popular. El gobierno lo admite y establece sus redes de complicidad con los grupos criminales por medio de los operadores políticos con que cuenta la delincuencia organizada. Al parecer es un valor entendido.
En Sinaloa, los platillos musicales han sonado fuerte en la elección de algunos gobernadores por la participación de grupos de la delincuencia organizada en apoyo a esas elecciones. El premio a la delincuencia ha sido el control de las corporaciones policiales. Los que no se subordinan a sus determinaciones presionan al gobierno para removerlos. Las áreas de inteligencia gubernamental no funcionan en esos casos o cuando menos se vuelven ciegos y sordos fomentando así la impunidad criminal.
Los enfrentamientos que ocurren en la zona serrana del Estado, aunque Culiacán no ha sido la excepción, se han vuelto muy frecuentes. Las autoridades se atreven a afirmar, que de esos zafarranchos solo daños materiales en los vehículos utilizados son los afectados. De los desaparecidos y muertos nada dicen porque no conviene a sus estadísticas criminales.
Como resultado de esa crónica inseguridad sierreña, la migración de miles de familias es la consecuencia. Se ven obligadas a abandonar sus casas y sus medios precarios de subsistencia, dejando los lugares donde han nacido. La protección de la vida es el valor superior que los hace huir del fragor de las balas y de los criminales.
El derecho humano a vivir con decoro, seguridad y dignidad ha sido vedado para las familias sinaloenses que viven en zonas de desprotección gubernamental y control criminal. Las complicidades mencionadas impiden establecer estrategias para combatir esa criminalidad y restablecer el orden en donde la población ha elegido para vivir en paz.
¿La solución será que el gobierno se comprometa a construir refugios para los desplazados de la sierra sinaloense por la inseguridad que afecta a esas zonas? ¿Reconocer los hechos que lastiman gravemente los derechos de las familias desplazadas será suficiente cuando por esa aberrante inseguridad la migración se multiplica?
¿Qué está haciendo la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para exigir del gobierno del Estado que ponga mayor atención a la crisis de inseguridad en que viven y sufren las familias de las comunidades de los altos de Sinaloa para evitar el abandono y el menoscabo de su precario patrimonio? ¿son ciudadanos sin derechos?
El gobierno se agacha para no enfrentan el flagelo que representa la delincuencia organizada, pero actúan con todo el poder arbitrario del Estado en contra de la Universidad Autónoma de Sinaloa y sus autoridades cuando bien saben que los males sociales radican en las complicidades gubernamentales con la delincuencia organizada y la dejan hacer lo que le venga en gana. ¿Las conductas antisociales criminales se combaten en gran medida con la educación, porqué se ataca entonces a la fuente en la que abrevan el conocimiento un gran número de jóvenes sinaloenses? ¿son ordenes de la delincuencia organizada?
2024, está muy cerca, el proceso electoral traerá renovadas respuestas. El poder arbitrario del Congreso del Estado será abatido por el voto ciudadano La arbitrariedad y el autoritarismo también se verán erradicados. El tiempo nos lo dirá.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?