La seguridad pública y la carcelaria sigue siendo el dolor de cabeza del gobierno en turno. La estructura militar a cargo desde hace años, ha sido un completo fracaso.
Martes 15 de febrero de 2022.
El vergonzoso hallazgo en la revisión realizada al interior del centro penitenciario de Aguaruto, hace pocos días, delató las condiciones de descuido en la administración de ese centro de ejecución penal. 13 armas de fuego, un millón 250 mil pesos en efectivo, drogas, gallos de pelea y la existencia de una recamara con sala, televisión y diversos muebles de buena calidad. ¿La Directora del penal será la única responsable?
Tres meses en el cargo la directora destituida. Se va con mención honorifica ante los hechos que seguramente desconocía. Llega con toque de diana y se va con toque de marcha. Un ejemplo más de que siempre guillotinan el hilo que sostiene al servidor público más débil en la cadena de responsabilidades sin darle oportunidad de demostrar su inocencia en los hechos por los que sin juicio se le juzga. Dirán los defensores de la milicia, que la conducta omisiva también debe ser castigada.
Desconozco quien sea la directora destituida. Lo que sí puedo afirmar es que no le dieron oportunidad de demostrar su probable inocencia en los hechos ocurridos dentro del penal que tuvo a su cargo. Pero todo ello es causado por la ineptitud del mando de la seguridad pública de Sinaloa, en la que también se incluye la seguridad penitenciaria.
¿La directora del penal ordenaría que ingresaran al penal a su cargo todo ese material de vergüenza? ¿El teniente coronel a cargo de la dirección de prevención y reinserción social no tiene ninguna culpa en los hechos mencionados? ¿No se le destituye ni se le investiga porque forma parte de la estructura cómplice de quien tiene la titularidad de la secretaría de donde dependen los penales en el estado?
La revisión realizada en el penal de aguaruto, seguro que ya se tenía información de lo que se encontraría en el interior del mismo. ¿Esa información que puso en alerta y movilizó el operativo policial en el interior del centro de reclusión, no debió ser de igual manera eficaz para evitar su entrada por el pórtico del penal?
Hay una estructura de seguridad penitenciaria que no la gobierna el director en turno. Es una seguridad que tiene una comandancia o sea un mando inmediato que es designado por el titular de la secretaría de donde dependen los penales en el estado. ¿Tendrá responsabilidad en los hechos el teniente coronel Gustavo Romero Rosas o el mismo titular el también teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo? Esa investigación se la dejaría a la titular de la fiscalía general del estado o en su caso de la general de la república.
Se supone que la seguridad carcelaria en los penales de Sinaloa está garantizada con mandos militares de probada honestidad ha dicho quien los recomendó al Gobernador. Ellos designan a los directores de los penales y se supone que cuentan con el perfil incorruptible para ejercer el mando en los mismos o ¿es muy común que se equivoquen?
El Gobernador les depositó la confianza y parece que no han sabido responder a ella. No es posible admitir que de manera descarada ingresen al centro penitenciario armas, droga y dinero en efectivo, sin omitir los gallos de pelea y las comodidades lujosas en áreas que deben ser destinadas para la reinserción social y no para fomentar la corrupción. Como lo dijo el Gobernador, es inaceptable que nadie se diera cuenta de lo que había en el interior del penal. Quizá no señor Gobernador, los muros del Club Sinaloa son tan gruesos que no permiten escuchar sus comentarios, tampoco ver lo que sucede en la cárcel de Aguaruto. ¿Mensaje para el titular de la Secretaría estatal de seguridad pública?