El secreto que por años se mantuvo a los miembros del SNTE y a la sociedad sinaloense, parece que por fin se ha esclarecido.
La Unidad de Servicios Estatales, un inmueble que por muchos años ha sido la residencia de buena parte de las oficinas del gobierno estatal, por fin sabemos que es propiedad de la Sección 53 del SNTE, misma que por su uso se han recibido millonarios pagos y nadie sabe cuál ha sido su destino.
El Gobierno del Estado a través de los exgobernadores a partir de Juan Millán, han negado de manera sistemática que hayan sido los propietarios del inmueble de referencia. Lo mismo hizo en diversos momentos el Desarrollo Urbano Tres Ríos, Banco Santander y el exdirigente del magisterio Daniel Amador.
La duda seguía prevaleciendo hasta el pasado día trece de este mes de diciembre, en que tuvo lugar en el auditorio de la sección 53 del SNTE, una reunión a la que asistieron los que ejercen el control mayoritario de los miembros de dicha sección magisterial. La sesión fue presidida por Daniel Amador Gaxiola, Silvino Zavala, Fernando Sandoval y Lorena Álvarez.
La reunión fue convocada para dar los lineamientos de participación para asegurar el control político sindical en la próxima elección de la sección 53. Las diferencias con la Titular de la Secretaría de Educación Pública y con el Gobernador han obligado a cerrar filas de urgencia, porque de lo contrario la continuidad del control sindical eternizado por este grupo político, esté por perder la batalla con el nuevo régimen estatal.
En esa reunión, Daniel Amador, declaró a los presentes, sin titubeos, que el edificio donde funciona la Unidad de Servicios Estatales o sea la USE, un conjunto de oficinas del Gobierno del Estado, es propiedad de la sección 53 del SNTE. El inmueble comprende terreno y construcción ¿quién financió ese proyecto?
Ahora que ya se tiene esa información y que seguro la conoce el Gobernador ¿dónde han parado los millonarios pagos por el uso de ese inmueble? Los órganos de transparencia y rendición de cuentas e incluso la propia Auditoría Superior del Estado, tienen mucho que aclarar al pueblo sinaloense.
El asunto se encuentra rodeado de muchos millones de pesos. Dinero que los maestros desconocen cuál ha sido su destino, quizás se encuentre invertido en residencias ubicadas en fraccionamientos exclusivos en Culiacán y en otras partes del Estado y del País, casas de campo, en fiestas millonarias, en viajes de placer, para apoyar campañas políticas y seguramente en obsequios cuantiosos a personajes de la política, pero ningún centavo que se haya destinado a los precarios bolsillos de los maestros por concepto de alguna prestación. Que extraño también que los líderes de la CNTE no hayan actuado para exigir el esclarecimiento del que puede ser un megadespreciable fraude.
El Gobernador se encuentra muy molesto por los cuantiosos desvíos que las diversas dirigencias de dicha sección sindical han cometido durante muchos años. Pero también hay malestar por la complicidad de exgobernadores que contribuyeron a esa terrible corrupción. ¿Habrá denuncias penales o cuando menos procedimientos administrativos para determinar la existencia de responsabilidades contra servidores públicos?
Extraña mucho que no exista algún contrato de arrendamiento o comodato, entre la mencionada sección sindical y la autoridad estatal. ¿Cuáles fueron los acuerdos que celebraron las partes que permitieron posesionarse del inmueble del que hasta hace unos días nadie quiso reconocer quien era el dueño? Cuantas culebras o serpientes andarán por estas turbulentas aguas? Seguro que habrá respuestas.
¿Usted qué opina?