La casa de estudios indicó que Jason estudiaba en la Facultad de Medicina y Yukhie en Arquitectura.
Octubre 26 de 2024.
Derivado de la barbarie que se vive en Sinaloa, de las atrocidades de la violencia y la incompetencia del gobierno para hacerle frente a la situación tan grave, que se desarrolla todos los días en la capital del estado, y donde, retóricamente, se manda el mensaje de que en Sinaloa no pasa nada, que la violencia está controlada, que llegan cientos de militares para el resguardo de los ciudadanos, que ya se está trabajando en coordinación con los 3 niveles de gobierno… No se ven los resultados, no hay acciones concretas, ¿qué se necesita que suceda para actuar? ¿Hasta cuando se tendrá el control?
Estos sueños de dos estudiantes universitarios terminaron abruptamente la noche del jueves pasado al ser perseguidos a balazos en un atentado que las autoridades no han esclarecido.
De acuerdo con versiones proporcionadas por la Secretaría de Seguridad Pública, se pudo tratar de un posible intento de despojo de la unidad, aunque en conferencia el secretario Gerardo Mérida Sánchez señaló que la Fiscalía investigará, ya que también un hombre que se encontraba en la calle murió de una bala perdida.
Jason y Yukhie circulaban en un automóvil Nissan Sentra color blanco cuando fueron interceptados por dos sujetos en una motocicleta sobre el bulevar Agricultores.
Los estudiantes fallecidos fueron identificados como Jason, de 23 años, quien estudiaba la carrera de Medicina y Yukhie, de 22 años, quien estaba en la Facultad de Arquitectura.
El joven optó por acelerar la unidad, se internó en la colonia Emiliano Zapata y se dirigió por la avenida Revolución hasta alcanzar la calzada Heroico Colegio Militar.
Ahí antes de llegar a la avenida México 68 perdió el control del volante y chocó contra un poste. La unidad quedó destrozada en su parte frontal.
En el sitio murió Jason mientras que un hombre que pasaba por el lugar, que esperaba un camión rumbo, fue alcanzado por una bala que le privó de la vida.
Yukhie resultó gravemente herida, fue trasladada a un hospital donde horas más tarde fue reportada como fallecida.
El lamentable y atroz suceso ha sacudido no nada más a la comunidad universitaria, si no a la sociedad en general, que ya esta hasta la coronilla de falsas implementaciones de programas de seguridad.
El encargado del despacho de la UAS, Candelario Ortiz, lamentó el deceso de ambos jóvenes universitarios y en un breve comunicado mandó sus condolencias a sus familiares.
La realidad es que en Sinaloa, la vida cotidiana no está bien. La gente aún tiene miedo de salir a la calle; el comercio está en colapso. Por más mejoralitos de pantalla que, a través del ayuntamiento de Culiacán, están otorgando a algunos comerciantes, el pueblo está muy afectado.
Esta relación entre violencia, salud mental y economía crea un círculo vicioso que afecta todos los aspectos de la vida en Sinaloa. A medida que el temor se apodera de la población, disminuyen las actividades económicas y el tejido social se resiente, haciendo aún más urgente la necesidad de soluciones que aborden tanto la seguridad como el bienestar emocional de la ciudadanía.
La situación escolar de todos los niveles es un viacrusis, tanto para los estudiantes como para los padres de familia; obligarlos a asistir presencialmente a las escuelas cuando saben ellos que la inseguridad no ha sido controlada es un crimen.
En el tema de la salud, las emociones, la cuestión psicológica, el estrés, la ansiedad, el miedo; no nos dejan vivir. Narcobloqueos, balaceras y asesinatos a toda hora del día, nos hacen presos de esta narcoviolencia.
El estar expuestos a situaciones como las actuales puede potenciar la presencia de estado de ánimo depresivo, de ansiedad desde leve a moderada, pueden tener también el cambio a la forma en la que se observan las actividades porque perdemos una rutina; estamos abandonando nuestra rutina exterior e incorporando algunos aspectos del confinamiento como hicimos en la pandemia”.
Fue a través de las redes sociales oficiales de la universidad que la Facultad de Medicina y la Facultad de Arquitectura compartieron ambas imágenes, dando el pésame y deseando pronta recuperación a la familia de los fallecidos.