Se acostumbraban a las bravatas contra la Universidad Autónoma de Sinaloa, y los productores del campo exigiendo mejores precios de garantía, casi incendian el Estado.
Miércoles 14 de junio de 2023.
Nadie entra y tampoco salen los viajeros por el aeropuerto de Culiacán. El coraje de los productores es bastante por las mentiras de las que han sido objeto en la fijación de los precios de garantía prometidos por los gobiernos estatal y federal.
Bloqueos de calles y avenidas en la ciudad, provocaron el caos que aunque si bien es molesto la sociedad lo recibió con simpatías por el trato abusivo del que han sido objeto los que buscan una mejor rentabilidad de sus cosechas y bienestar para sus familias. Imagínese usted, lo que ocurriría con una megamarcha que realice la Universidad Autónoma de Sinaloa, provocaría no solo el caos en el Estado, sino terror en el gobierno.
La represión contra los que han osado enfrentarse al gobierno seguramente ya se está preparando. La militarización de la seguridad pública tiene una justificación. Los soldados se alistan para acatar la orden de desalojo de las instalaciones aeroportuarias, porque les preocupa que esas manifestaciones ensucien el ambiente político de la 4t.
Mientras el Gobierno busca como resolver la inconformidad de los que buscan mejores precios de garantía al trigo y al maíz, y acabar con esa movilización social. Tiene por otro lado, el conflicto con la UAS. El Gobernador desconoció los acuerdos que habían alentado una posible solución con las autoridades de la Casa Rosalina. Nunca se esperó que un Gobernador diera marcha atrás a los acuerdos que podrían solucionar la diferencia.
Sin embargo, ante la asombrosa negativa le siguió la ofensa contra el Rector y las autoridades de la UAS, una postura nada digna que le resta credibilidad y confianza para posibles encuentros posteriores. La confianza es un valor que dignifica a la persona y la engrandece ante los demás.
Quien mucho discursea del combate a la corrupción, quizá quiera borrar parte de su pasado. El gobierno del Estado se ha empecinado en sostener una guerra contra la UAS por asuntos de corrupción en el manejo de sus finanzas, pero ese conflicto puede tener como fuente lo siguiente: el control político de la Universidad Autónoma de Sinaloa por lo que le representaría a las autoridades estatales tener a la UAS controlada, y por otro, dejar de lado la obligación de revisar las cuentas públicas de los gobiernos de Mario López Valdez y Quirino Ordaz.
La corrupción que evidenció a esas administraciones gubernamentales sigue siendo una ofensa para los sinaloenses, porque no pueden negar que se ha simulado bastante en las supuestas revisiones de sus cuentas públicas y las grotescas aprobaciones de las mismas en el Congreso del Estado. Material de sobra tienen en su poder para castigar y no para perdonar.
Los compromisos políticos están a la vista. Las relaciones de complicidad entre los exgobernadores y miembros del actual gobierno no están a discusión. Las confabulaciones que se tejieron en el pasado tienen que protegerse en el presente. Las revisiones de las cuentas públicas de aquellos gobiernos son una vergüenza y los diputados lejos de ir contra esos saqueadores del erario popular, prefieren gastar su tiempo contra la UAS.
Las complicidades surgen a la vista. Los diputados del PRI y del PAN hacen alianza con Morena. los del PRI se separan de su partido por las diferencias con el grupo político malovista que asume el control estatal de ese partido. Los corruptos se enredan con sus colas y con ellas enredadas le quieren dar de chicotazos a la UAS.
Como ciudadano mencionaría que mucho reconocimiento se obtendría si los que dicen estar atacando la corrupción ordenaran a las instancias fiscalizadoras del Estado que se metan a revisar en serio los cuantiosos desfalcos que encontrarán en el manejo presupuestal en los periodos que dirigieron el Estado por esos dos exgobernadores.
Solo habrá que confiar que no nos encontremos frente a esa muy conocida frase: A los amigos cómplices todo el apoyo y mucho más, y a los enemigos políticos la represión y la prisión de ser necesario. El ambiente político se calienta, se afinan los tambores de guerra y la corneta de órdenes en espera de convocar a la marcha.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?