Dichosos los pobres. – ¡Ay de ustedes los ricos!
Domingo 13 de febrero de 2022.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 3-4
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras. Tú eres mi baluarte y mi refugio, por tu nombre condúceme y guíame.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que prometiste poner tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Maldito el que confía en el hombre. Bendito el que confía en el Señor.]
Del libro del profeta Jeremías 17, 5-8
Esto dice el Señor: “Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo en la estepa, que no disfruta del agua cuando llueve; vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 1, 1-2, 3, 4. 6
R. Dichoso el hombre que confía en el Señor. Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos. R. Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R. En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo. R.
SEGUNDA LECTURA
[Si Cristo no resucitó, es vana la fe de ustedes.]
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 15, 12. 16-20
Hermanos: Si hemos predicado que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes andan diciendo que los muertos no resucitan? Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, es vana la fe de ustedes; y por tanto, aún viven ustedes en pecado, y los que murieron en Cristo, perecieron. Si nuestra esperanza en Cristo se redujera tan sólo a las cosas de esta vida, seríamos los más infelices de todos los hombres. Pero no es así, porque Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos.
Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 6, 23
R. Aleluya, aleluya.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo, dice el Señor. R. Aleluya.
EVANGELIO
Dichosos los pobres. – ¡Ay de ustedes los ricos!
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 17. 20-26
En aquel tiempo, Jesús descendió del monte con sus discípulos y sus apóstoles y se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y de Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón. Mirando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: “Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora, porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena! ¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!” Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Imploremos al Dios de misericordia y pidámosle su ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos que le agraden:
1. Por la paz de todo el mundo, por la prosperidad de las santas Iglesias y por la unión de todos los hombres, roguemos al Señor.
2. Por nuestros gobernantes, para que bajo su dirección tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
3. Por la conservación de la naturaleza, por la abundancia de las cosechas y por el progreso del mundo, roguemos al Señor.
4. Por nuestros familiares y amigos –que han muerto en la esperanza de la resurrección– para que Dios les conceda el reposo eterno, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que derribas a los poderosos del trono y a los humildes los colmas de bienes, atiende el clamor de los pobres y oprimidos –que se eleva a ti desde todas las regiones del mundo– rompe el yugo de la violencia y del egoísmo, y haz que seamos signos de una humanidad nueva reunida y unificada en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda, Señor, nos purifique y nos renueve, y se convierta en causa de recompensa eterna para quienes cumplimos tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 77, 29-30
El Señor colmó el deseo de su pueblo; no lo defraudó.
Comieron y quedaron satisfechos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN