Nadie tiene amor más grande a sus amigos, que el que da la vida por ellos.
MR p. 377 [382] / Lecc. I p. 223. LH Semana II del Salterio.ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 48, 20Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga. Que llegue a todos los rincones de la tierra: el Señor ha liberado a su pueblo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con incansable amor estos días de tanta alegría en honor del Señor resucitado, y que los misterios que hemos venido conmemorando se manifiesten siempre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El don del Espíritu Santo se ha derramado también sobre los paganos.]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 10, 25-26. 34-35. 44-48
En aquel tiempo, entró Pedro en la casa del oficial Cornelio, y éste le salió al encuentro y se postró ante él en señal de adoración. Pedro lo levantó y le dijo: “Ponte de pie, pues soy un hombre como tú”. Luego añadió: “Ahora caigo en la cuenta de que Dios no hace distinción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que fuere”.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo bra zo le han dado la victoria. R. El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R.SEGUNDA LECTURA
[Dios es amor.]
De la primera carta del apóstol san Juan 4, 7-10
Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23
R. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R. Aleluya.
EVANGELIO
Nadie tiene amor más grande a sus amigos, que el que da la vida por ellos.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena.
Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros”. Palabra del Señor.
Se dice Credo.ORACIÓN DE LOS FIELES:Unidos a Cristo, que intercede siempre por nosotros, elevemos, llenos de confianza, nuestras súplicas al Padre:
1. Para que el que estaba muerto y ahora vive por los siglos de los siglos conceda a la Iglesia ser testimonio perseverante de su Resurrección, roguemos al Señor.
2. Para que el resucitado –que dio a los Apóstoles su paz– quiera concederla también en abundancia a todos los pueblos, roguemos al Señor.
3. Para que el vencedor de la muerte transforme los padecimientos de todos los que sufren, en aquella alegría que nadie les podrá quitar, roguemos al Señor.
4. Para que el que tiene las llaves de la muerte nos conceda celebrar un día su Resurrección con los ángeles y los santos en su Reino eterno, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has sido el primero en amarnos, enviándonos a tu Hijo, para que vivamos por medio de Él, haz que –llenos del Espíritu Santo– aprendamos a amarnos los unos a los otros como Cristo nos ha amado. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, pp. 499-503 [360].
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14, 15-16
Si me aman, cumplirán mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 595 [603].