Yo le rogaré al Padre y él les enviará otro Consolador.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 48, 20
Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga. Que llegue a todos los rincones de la tierra: el Señor ha liberado a su pueblo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con incansable amor estos días de tanta alegría en honor del Señor resucitado, y que los misterios que hemos venido conmemorando se manifiesten siempre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados. Esto despertó gran alegría en aquella ciudad. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan. Estos, al llegar, oraron por los que se habían convertido, para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún no lo habían recibido y solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron las manos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 65, 1-3a.4-5.6-7a.16 y 20
R. Las obras del Señor son admirables. Aleluya. Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: “Tu obra es admirable”. R. Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R. Él transformó el mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor es eterno y poderoso. R. Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia. R.
SEGUNDA LECTURA
[Murió en su cuerpo y resucitó glorificado.]
De la primera carta del apóstol san Pedro 3, 15-18
Hermanos: Veneren en sus corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto y estando en paz con su conciencia. Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres: él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23
R. Aleluya, aleluya. El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R. Aleluya.
EVANGELIO
Yo le rogaré al Padre y él les enviará otro Consolador.
Del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les enviará otro Consolador que esté siempre con ustedes, el Espíritu de verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes.
El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él”. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Unidos a Cristo, que intercede siempre por nosotros, elevemos, llenos de confianza, nuestras súplicas al Padre:
1. Para que el que estaba muerto y ahora vive por los siglos de los siglos conceda a la Iglesia ser testimonio perseverante de su Resurrección, roguemos al Señor.
2. Para que el resucitado –que dio a los apóstoles su paz– quiera concederla también en abundancia a todos los pueblos, roguemos al Señor.
3. Para que el vencedor de la muerte transforme los sufrimientos de todos los que sufren, en aquella alegría que nadie les podrá quitar, roguemos al Señor.
4. Para que el que tiene las llaves de la muerte nos conceda celebrar un día su Resurrección con los ángeles y los santos en su Reino, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que nos has redimido en Cristo, escucha nuestra oración e infúndenos tu Espíritu de la verdad, para que –llenos de su sabiduría– sepamos siempre dar ante el mundo razón de nuestra esperanza. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, pp. 499-503 [360].
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14, 15-16
Si me aman, cumplirán mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 595 [603].