La primera señal milagrosa de Jesús, en Cana de Galilea.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 4
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas los cielos y la tierra, escucha con amor las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Como el esposo se alegra con la esposa.]
Del libro del profeta Isaías 62, 1-5
Por amor a Sión no me callaré y por amor a Jerusalén no me daré reposo, hasta que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como una antorcha. Entonces las naciones verán tu justicia, y tu gloria todos los reyes. Te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona de gloria en la mano del Señor y diadema real en la palma de su mano. Ya no te llamarán “Abandonada”, ni a tu tierra, “Desolada”; a ti te llamarán “Mi complacencia” y a tu tierra, “Desposada”, porque el Señor se ha complacido en ti y se ha desposado con tu tierra. Como un joven se desposa con una doncella, se desposará contigo tu hacedor; como el esposo se alegra con la esposa, así se alegrará tu Dios contigo. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 95, 1-2. 2b-3. 7-8a. 9-10ac
R. Cantemos la grandeza del Señor. Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R. Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R. Cantemos la grandeza del Señor. Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre. R. Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el Señor los atrevidos. “Reina el Señor”, digamos a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia. R.
SEGUNDA LECTURA
[Uno solo y el mismo Espíritu distribuye sus dones según su voluntad.] De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 12, 4-11 Hermanos: Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Uno recibe el don de la sabiduría; otro, el don de la ciencia. A uno se le concede el don de la fe; a otro, la gracia de hacer curaciones, y a otro más, poderes milagrosos. Uno recibe el don de profecía, y otro, el de discernir los espíritus. A uno se le concede el don de lenguas, y a otro, el de interpretarlas. Pero es uno solo y el mismo Espíritu el que hace todo eso, distribuyendo a cada uno sus dones, según su voluntad.
Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tes 2, 14
R. Aleluya, aleluya. Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R. Aleluya.
EVANGELIO
La primera señal milagrosa de Jesús, en Cana de Galilea.
Del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, hubo una boda en Cana de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús. Este y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús: “Ya no tienen vino”. Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora”. Pero ella dijo a los que servían: “Hagan lo que él les diga”. Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían: “Llenen de agua esas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: “Saquen ahora un poco y llévenselo al mayordomo”. Así lo hicieron, y en cuanto el mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: “Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora”. Esto que Jesús hizo en Cana de Galilea fue la primera de sus señales milagrosas. Así mostró su gloria y sus discípulos creyeron en él. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Oremos con gran confianza al Señor y pidámosle que escuche compasivamente nuestras plegarias:
1. Por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor, le conceda la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor.
2. Por los gobernantes de nuestra patria y de todas las naciones, para que Dios dirija sus pensamientos y decisiones hacia una auténtica promoción del bien común, roguemos al Señor.
3. Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a recibir el bautismo, para que Dios les abra la puerta de su misericordia y les dé parte en la vida nueva en Cristo Jesús, roguemos al Señor.
4. Por nuestros familiares y amigos que no están ahora aquí con nosotros, para que Dios escuche sus oraciones y lleve a la realidad sus legítimos deseos, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que en la hora de la cruz invitaste a la humanidad a unirse a Cristo, Esposo y Señor, haz que la Iglesia experimente en el convite dominical la fuerza transformadora del su amor y sepa pregustar en este banquete fraterno la esperanza de las bodas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 4, 16
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN