Estrategia política errónea la del Presidente y de Morena su partido, al proferir amenazas a los legisladores que se atrevieron a cuestionar y oponerse a las bondades, según ellos, de la reforma eléctrica. Finalmente les falló.
Colisionaron las fuerzas políticas nacionales. el estruendo fue trepidatorio. La iniciativa presidencial se pulverizó. El discurso político adversario, se uniformó como hacía mucho no sucedía. Ni siquiera se escuchó aquello de que los opositores estaban entregando la Presidencia para el 2024.
El pesimismo invadió a los morenistas y en cierto punto al mismo Presidente. La respuesta fue contundente. No pasaba su reforma tan buscada. Señalamientos fuertes fueron hechos, como el de traición a la patria, pero ni aun así se logró disuadir a sus contrarios.
Se les acabó la prudencia política y la capacidad negociadora para convencer sobre la conveniencia de avanzar en materia de producción, distribución y comercialización de energía eléctrica. Sus discursos tampoco convencieron que la reforma se preocupaba por producir energías limpias y mejorar en todo su potencial el medio ambiente desterrando en lo posible las energías contaminantes.
La rabia no los dejó pensar con claridad, prevaleció la soberbia política en el Presidente y en los legisladores de su partido. Quisieron imponer por la fuerza y no por mayoría de razón, reformar la constitución e insertar las normas jurídicas, que, a su juicio, eran las más convenientes para todos, pero no para la mayoría de los mexicanos.
Fue utilizado con intensidad al igual que en la pasada consulta nacional, el programa mañanero que ha exhibido al Presidente para manipular la conciencia ciudadana. Le apostó convencer al ciudadano sobre la conveniencia de aprobar su reforma eléctrica y la respuesta, al igual que en la consulta nacional pasada, le rubricó de nueva cuenta su voto de rechazo.
La sociedad ya no quiere seguir escuchando promesas que no se cumplan. El Presidente y su partido, quieren a toda cota seguir aferrados al poder político, recurriendo al descrédito y la amenaza como su técnica para convencer. la decepción ciudadana les cobrará su factura para el 2024.
Un mercado de consumo demasiado encarecido. Energéticos que prometió disminuir, se han disparado. Precios de la gasolina y gas doméstico muy por encima de la capacidad numeraria de las familias para poder costearlos. La población está muy molesta y el sacrificio desmedido.
En plena discusión de la reforma, todavía tuvieron energía para el Presidente y Morena su partido, para decirle a sus contrarios, que si no aprobaban su reforma, presentarían de inmediato la iniciativa de ley para nacionalizar el litio. Muchos errores en pocas horas y el disparo les salió por la culata.
Que bien que el Estado mexicano se interese en proteger sus minerales. Pero que malo que se quiera convertir en un estado-empresario. Regular las formas de participación privada debe ser el común denominador de un estado que se interese en promover la inversión, fomentar las fuentes de empleo y que le aporten recursos frescos al País. La soberbia política y la amenaza deben desterrarse en toda negociación política para poder avanzar en beneficio de todos y de la economía nacional.
El conflicto es grave. ¿Quién será el traidor a la patria en este juego político que tiene confrontado a las diversas corrientes políticas del país y que pueden llevar a desenlaces muy peligrosos para la estabilidad política y económica del País?
La sociedad tiene un gran reto. 2024 no está lejos. Las corrientes políticas a Morena se están uniendo. Los empresarios deberán decidir a quien le apuestan. La desmedida corrupción en el gobierno deberá sanearse para la próxima elección. los corruptos sin castigo abundan todavía y ese asunto no lo olvida el elector.
¿Usted qué opina?
