El gobierno federal presume haber disminuido en un 7.1 % el número de homicidios dolosos en el 2022 en comparación al 2021. 33,350 asesinatos en el 2021 y 30,968 en el 2022 ¿satisfacción, vergüenza o incapacidad para evitar el luto familiar?
Viernes 28 de julio de 2023.
En Sinaloa, según la Fiscalía estatal se registraron 645 homicidios dolosos en el 2021 en tanto que en el 2022 se cometieron 456 asesinatos.
Cabe destacar que en estas cifras no se agregan los feminicidios que en el 2021 fueron 42 casos y los levantones que en su gran mayoría culminan en homicidios no se toman en cuenta en esa estadística delictiva.
Las autoridades prefieren ocultar la información relacionada con el número de desapariciones forzadas de personas que ocurren en Sinaloa.
La cifra es horrorosamente alta y el ocultamiento de esa información es para evitar el pavor social que esos hechos ocasionan.
Sin embargo, hay quienes se atreven a opinar que la percepción de inseguridad en Sinaloa ha disminuido cuando la verdad es terriblemente otra y muy diferente.
No obstante que esa información se aparta de la realidad gubernamental, los comerciantes organizados de Culiacán y del Estado, se han manifestado con enojo por el gran abandono en que se encuentra Sinaloa en el combate a la inseguridad y que cada vez está causando un grave deterioro en la seguridad patrimonial de los sinaloenses.Reclaman que la policía desatiende las urgencias del 911, no se ve el patrullaje en las calles, se desconoce que está haciendo la policía para resguardar el orden y la seguridad ciudadana, y que tampoco se preocupan en supervisar el comportamiento policial en las calles.
Ante ese fenómeno delictivo que se encuentra en la opinión generalizada de la sociedad, los comerciantes organizados deben exigir que las corporaciones tengan el número suficiente de policías porque no los hay, y que la sociedad lo sabe, pero que por temor o por intereses de conveniencia no los denuncia con ese coraje que obligue al gobierno de incrementar y profesionalizar a la policía.
Los pobres estados de fuerza policiales seguirán decreciendo porque el gobierno del Estado y el de los Municipios, se han entregado cómodamente que la Guardia Nacional les venga a resolver el problema de la inseguridad, cuando bien lo saben, que ese fenómeno seguirá creciendo porque es un asunto local y no de la federación.
Mientras que la policía preventiva escasea en Sinaloa, y la Universidad de la Policía con su imagen de elefante blanco, su Rector Oscar Fidel González Mendívil se ríe de la inseguridad que reina en Sinaloa porque el sí cuenta con seguridad personal, guardias o escoltas en la unidad oficial que le han facilitado y una más que lo sigue a todas partes para que los delincuentes no se atrevan a molestar al responsable de formar a los nuevos policías de la entidad.
La inseguridad se apropia de Sinaloa, la percepción de que Sinaloa es un Estado inseguro es muy alta. La policía estatal y las municipales no hacen lo suficiente para desterrar la amenaza del delito. Los delincuentes se sienten seguros de tener autoridades a modo y la facilidad para cometer sus delitos.
¿Cuál es la cortina de humo creada por las autoridades estatales para evitar la delincuencia y la impunidad que aqueja a las familias sinaloenses en su seguridad personal y patrimonial? El conflicto contra la Universidad Autónoma de Sinaloa.
¿Cuál es la razón de haber ideado armar ese conflicto? El apoderamiento del control político de la Universidad a través de la expedición de la Ley de Educación Superior de Sinaloa y el rechazo categórico del Rector y de la comunidad universitaria a ese aborto legislativo del Congreso estatal violatorio de la autonomía universitaria.
Griten fuerte señores empresarios porque la seguridad de sus negocios, la de ustedes y la de sus familias están en grave riesgo.
Sinaloa requiere de autoridades que se preocupen por el bienestar general de los sinaloenses y no que se pierdan en un conflicto burdo contra la Universidad Autónoma de Sinaloa. 2024, está muy cerca.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?