QUIEN POR SU GUSTO ES POBRE SE QUEJARÁ EN EL INFIERNO.
Por: Roberto Montoya Martínez
Octubre 31 de 2024.
Si ustedes creían que Mario Bezares ya vio la suya, perdonen que los desmienta, pero están en un error. Al comediante le cambió el pasito, y bien gacho. Anda haciendo babosadas, y a Televisa no le está gustando. La empresa no quería creer que Mayito los afrentara.
Ya se pasó de la raya, hizo que los ejecutivos se cabrearan. Fue un sinnúmero de cosas que ha hecho, que la televisora, definitivamente, le perdió la fe. El que por su gusto es buey, hasta la coyunda lame. Pongan ojo al parche.
El que fuera patiño de Paco Stanley hizo derroche de su vedetismo. Como si la cadena no tuviera suficiente con Gala Montes. El señor se puso en plan divo, pidiendo las perlas de la virgen, tener un chalet con piscina, comer con manteca todos los días, y hasta cobrar en euros.
Pero lo peor sucedió la semana pasada, cuando tuvo el honor de desairar a Televisa al no asistir al Upfront donde los patrocinadores estaban pujando para apoyar los nuevos proyectos de la cadena para el año próximo.
¿Y saben por qué no fue el señorito? Nomás porque no invitaron a la metiche y castrosa de su señora. ¿Qué hace a Mayito tan increíblemente estúpido? Con ese desplante se cerró las puertas del canal.
Y lejos de inmutarse, se sintió orgulloso de haber hecho esa majadería. A la legua se nota que es un calzonazos, pues la señora, por no decirle más feo, lo trae de un ala.
Y ese apoyo incondicional que le profesa, es mentira, pues ella también quiere tener algo de fama. Tan maje es este tipo, que justifica su acción parafraseando una frase del expresidente López Obrador: con Brenda todo. Sin Brenda, NADA. Que con su pan se lo coma. ¡Idiota!
Quien por su gusto es pobre, se quejará en el infierno. Por despreciar a Televisa, tendrá que tornar a Monterrey, para reincorporarse a Multimedios, de donde nunca debió salir.
¿Qué iba a ganar con su pretensión, de querer brillar lo mismo que el sol? Mejor que pare su carreta ese cómico de carpa corriente. Tan bien que iba Mayito, hasta que metió a su esposa a la comitiva. Así no se hacen las cosas. Que no se ande con fregaderas. Mejor aquí le paramos, pues hacerle caso a un pelotudo es engrandecerlo.