La reserva en la investigación criminal es un imperativo para no alertar al malhechor y se sustraiga a la acción de la justicia.
Martes 7 de junio de 2022.
Después de una serie de contradicciones incurridas por funcionarios de la Secretaría Federal de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, el Ejecutivo Estatal y la Fiscal del Estado, finalmente parce que han retomado el orden de las cosas y ya se afirma que hay dos probables responsables del homicidio y solicitadas las ordenes de aprehensión.
Buen resultado en las investigaciones, pero mal llevada la información mediática, porque casi dan señales de nombres y media filiación de los causantes del homicidio. Se habla de autores intelectuales y materiales.
Dar información con detalles en el número de delincuentes y que el hecho criminal no esté relacionado con la función periodística de la víctima, no tenía por qué difundirse. El maleante está alerta de lo que se hace y los cuidados que debe tener para no verse descubierto en el crimen que se investiga.
Hay desespero por darle respuestas prontas al Presidente? ¿Habrá necesidad de exponer el éxito de la investigación y se evite castigar a los culpables? Callen el detalle e informen que a la brevedad habrá noticias. Cumplan con lo que establece el artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales, actúen con sigilo y protejan la reserva en la investigación criminal.
Rápida la investigación llevada en este caso. ¿Será porque el homicidio no estaba relacionado con la participación de la delincuencia organizada? Lo señalo porque es un muro que ha impedido en muchos otros casos el éxito de las investigaciones en homicidios contra periodistas.
Pretextos para abandonar las investigaciones en el fuero común es muy recurrente, como decir que por las armas utilizadas y la sospecha de que los autores del crimen son miembros de la delincuencia organizada, declaran que la competencia no es del fuero común y la transfieren a las autoridades federales. La investigación se estanca y la impunidad se arraiga.
Habrá que esperar ahora que las ordenes de aprehensión se ejecuten. Quizá se logre porque al parecer no participaron miembros de la delincuencia organizada. Dejen que la Fiscal declare lo que deba decir como titular de un órgano autónomo, porque como están las cosas, parece más una subordinada del Gobernador que defender la independencia de la autonomía del órgano que representa.
No debe extrañarnos cuando sabemos que estas formas de hacer las cosas son propias de un sistema de gobierno en el que el Ejecutivo es el Poder que fija las reglas y las condiciones que deben atender todos los demás miembros que formen parte de la estructura del Poder Público. Impone su autoridad política, aunque violente la normatividad jurídica.
Respeto y cultura de la legalidad en las relaciones institucionales con los demás titulares de los órganos del Estado, enaltece la función pública, produce confianza en la sociedad y los resultados se vuelven más exitosos. La Fiscal General del Estado, como titular de la Institución del Ministerio Público, representa el interés general de la sociedad y un deber de lealtad a la misión constitucional encomendada. Hoy habrá noticias con motivo de ese repudiable homicidio, exhibir a los culpables honrará la memoria de la víctima.