Chispazos de tormenta siguen iluminando la atmosfera de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Viernes 24 de marzo de 2023.
Los actos de provocación continúan. Dice el Gobernador que él no tiene nada que negociar con las autoridades de la UAS, porque la Ley de Educación Superior es un asunto del Congreso del Estado.
Ese mensaje no se apega a la realidad de ahora, el Rector no busca el diálogo, esa posibilidad quedó agotada antes de que de que se cometiera el atropello con la expedición de la Ley de Educación Superior. El dialogo buscado por el Rector fue rechazado.
Los interesados deben ser los señores del gobierno. El resultado de la defensa legal está dando los frutos que se buscaban. La Ley Feliciano debe ser derogada en todo lo que violenta la autonomía de la Universidad agraviada.
El Ejecutivo Estatal sostuvo su postura de promulgar y tomó la decisión de publicar la Ley que originó y que mantiene hasta la fecha el conflicto. La decisión no fue la más acertada. La amenaza que representa la Ley combatida tendrá que ser desterrada por los tribunales y esa realidad les fastidia a los autores del adefesio legislativo.
La única negociación posible sería que ante el Congreso se presente la iniciativa que derogue las disposiciones que violan la autonomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, porque de lo contrario ninguna propuesta sería atendible porque no habría materia de negociación.
Molestó el acuerdo del Consejo Universitario que convoca a una gran concentración el próximo martes veintiocho del mes en curso en esta ciudad de Culiacán. No esperaban que los invitados, además de la comunidad universitaria rosalina, son los organismos de la sociedad civil, empresarios, colegios de profesionistas, un pueblo interesado en apoyar a su Universidad ante las agresiones de un gobierno autoritario.
La provocación también se paga. Deben ser muy lucrativas las sumas de dinero que se pactan con algunos representantes de medios de comunicación y empresas periodísticas que tienen compromisos financieros con el gobierno del Estado, cuyas páginas son utilizadas para denostar a la Universidad Autónoma de Sinaloa y a sus autoridades.
Utilizan esas fuentes para confundir y desinformar a la sociedad, porque como autoridades responsables en los amparos promovidos por la UAS y su comunidad, les han sido concedidas las suspensiones provisionales, para que sin aplicar la Ley, el Congreso del Estado, el Ejecutivo Estatal, el Secretario General de Gobierno, la Secretaria de Educación Púbica y Cultura y otros no se manifiesten bajo ninguna circunstancia para denostar a la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Por esa razón, utilizan como testaferros a Feliciano Castro y a Serapio Vargas contra quien pesa ya una denuncia penal, así como algunos comunicadores que aprovechándose de la muy trillada libertad de expresión han comprado sus plumas y micrófonos para denostar a la UAS a precios que no pudieron rechazar.
Ahora utilizan a la Auditoría Superior del Estado para decir que la UAS se niega a la rendición de cuentas, cuando ese tema ya es un asunto muy gastado de que la ASE no tiene competencia para auditar a la Universidad ya que quien si lo puede hacer y lo realiza periódicamente es la Auditoría Superior de la Federación. Determinación que ya le fue comunicado formalmente y por oficio, en el que se le dan los argumentos debidamente fundados y motivados del porque carece de competencia para llevar a cabo esas auditorías que bien sabe que no las habrá de realizar, en todo caso, que la información que requiera le sea solicitada a la Auditoría Superior de la Federación.
No habrá marcha atrás en la defensa de la autonomía universitaria. La concentración estatal convocada es el mejor llamado a la cordura gubernamental. El conflicto no lo ha propiciado la UAS ha sido esa gansada gubernamental de la Ley Feliciano o Ley de Educación Superior de Sinaloa. Derogación o lucha.
¿Usted qué opina?
