Comparto la tesis de que los compromisos institucionales no son cíclicos. Como ciudadano, no estoy conforme con la teoría de que, en el inicio de un nuevo año, habrá que renovar planes y programas de gobierno. Los programas ya están, que se cumplan.
Lunes 3 de enero de 2022.
Cerró un ejercicio gubernamental, con más números en contra que a favor. En contra porque las armas volvieron a rugir en los festejos del año nuevo. No hubo estrategia oficial que lo impidiera. Falló una vez más el llamado a la prudencia y a los abrazos. Las armas dieron la respuesta.
El voto a favor lo sigue teniendo el Gobernador Rocha Moya. Algunos funcionarios no le sabrán cumplir. Lo sabe y también quienes son. La seguridad le seguirá exigiendo mejores resultados. Todavía no los hay. El cambio de gobierno no es pretexto para decir que los problemas del pasado difícilmente se resolverán en unos cuantos meses.
En seguridad está la misma estructura militar que no ha funcionado. Lo que no se hizo en casi cinco años que estuvieron a cargo de las instituciones de seguridad pública, tampoco se realizará en su sexenio si continúan a cargo los mismos funcionarios que se han distinguido por su ineficiencia y no por sus resultados en favor de la comunidad a la que se deben.
Señor Gobernador, hay muchos problemas en el sur del Estado. Además de la inseguridad creciente, el chalineo de la policía, permanece todavía un malestar que fastidia pero que tiene atemorizado a los productores de esa zona del Estado. El cobro de piso por la delincuencia organizada. Las autoridades no han hecho nada para evitar esos abusos. Los productores no pueden estar a merced de unos bandidos. La autoridad conoce quienes son.
Por eso y por muchas otras cosas, no puedo compartir la tesis de que, por iniciar un nuevo año, habrá que renovar esfuerzos y seguir trabajando. No hay que engañarnos, con esa filosofía social. Hay muchos rezagos que atender, la renovación del compromiso es de todos los días sin importar si viene o no un año nuevo.
Heredó rezagos de corrupción en su administración señor Gobernador. Estoy conforme que usted no llega a asumir la responsabilidad de conducir el Estado con fines persecutorios. Sin embargo, tendrá que determinarse castigar al servidor público corrupto. El presupuesto estatal se ha visto en crisis en cada inicio de administración. En la que usted asume, tampoco ha sido la excepción. La sociedad le aplaudiría si decide castigar al servidor que fue desleal.
Si se protesta cumplir y hacer cumplir la constitución y la ley al asumir un cargo público y aun así, se viola ese compromiso, no estaría actuando usted con fines persecutorios. Haría que se cumpla con el mandato de la ley. El Estado tiene todo un sistema anticorrupción, no se ve que funcione. si le cuesta mucho al Estado sin producir, que mejor desaparezca.
Ya hay un nuevo presupuesto. Nuevos retos, como el de la Universidad de la Policía. Como también reorganizar el funcionamiento de la Fiscalía General. La investigación del delito tiene que eficientarse. Las órdenes de aprehensión deberán ejecutarse, y que los agentes del ministerio público no aparezcan en el proceso penal con carpetas de investigación sin conocer sus contenidos. La señora Fiscal, lo sabe muy bien.
Menor inseguridad y proscripción de la impunidad seguirá siendo un compromiso gubernamental de todos los días. Es lo que la sociedad espera. No importa si es año nuevo o no. Esperemos que en la próxima navidad tengamos como regalo la seguridad personal garantizada, delincuentes encarcelados y líderes de pandillas organizadas extraditados.