¿Será un componente criminógeno determinante el polarizado de cristales en vehículos automotores o cortina de humo ante la ineficiencia?
Enero 23 de 2025.
Duele demasiado que los criminales lleguen a privar de la vida a niños y jóvenes en esta ola criminal ocasionada por una sed de venganza por los hechos ocurridos el pasado veinticinco de julio. Lamentablemente esas diferencias mortales vacían cerebros y arrastran a víctimas inocentes ajenas a esas confrontaciones salvajes.Los responsables, además de los criminales que propician esta barbarie de afectación social sin precedentes, son las propias autoridades que no han tenido la capacidad para detener una conspiración delincuencial.
Han sido años de impunidad y se siguen repitiendo los mismos errores del pasado. Se aferran a tener mandos militares en las corporaciones de policía sabiendo que desconocen totalmente del tipo de estrategias que tienen que implementarse para eliminar esos focos de infección delincuencial.
Un mando militar que llega a tomar las riendas de la policía preventiva estatal y que se niega a dar la cara a la sociedad quizá porque no quiere enfrentar realidades brutales de que el problema de inseguridad desatado en Sinaloa será difícil de erradicarlo en un plazo perentorio.
La fuerza policial represiva no será suficiente para eliminar esas bacterias que por mucho tiempo se les dejó que dañaran el tejido social sinaloenses. Grupos criminales conviviendo con nuestros jóvenes en antros y canchas deportivas y construyendo por doquier plazas y muchos otros negocios producto de sus rentables actividades ilícitas.
Nuestros jóvenes a edades muy tempranas inducidos al consumo de estupefacientes naturales y sintéticos y los padres de familia sin hacer nada para detener esa destrucción de la salud nuestros hijos, empujándolos a consecuencias nada gratificantes como la muerte.Los políticos y en el gobierno, proclives a tejer redes de complicidad con miembros de la delincuencia organizada a la vista de todos y sin que haya habido por ninguna otra autoridad acciones que castigaran esos desvíos en la forma de hacer política y de gobernar.
Muchas campañas de políticos que llegaron o son gobierno fueron financiadas por el narco. De estas calamidades que han ensuciado el quehacer político de muchos se han escrito demasiadas notas en los medios de comunicación y en redes sociales y tampoco se han preocupado por castigar esa terrible impunidad.
La muerte de esos niños y de su padre, que ahora se lloran, no es producto de los polarizados de los vehículos, ha sido por esa incapacidad gubernamental para combatir la delincuencia y sus redes criminales.
Que bien que se retomen medidas que no son nuevas porque están reglamentadas, como la eliminación de polarizados en los vehículos que rebasen los porcentajes de visibilidad al interior de los vehículos que estén permitidos. Permitir la circulación de vehículos en violación a esas disposiciones reglamentarias no es más que responsabilidad de una autoridad que le teme enfrentar regaños o amenazas de los delincuentes.
Actúese con firmeza y si no pueden dejen sus cargos y váyanse a sus casas.
No más víctimas inocentes ¡Con los niños no! Una frase que no debería olvidarse y que con fuerza suene por todos los puntos cardinales del estado. Ya basta de seguir arrodillados ante una delincuencia brutal y despiadada.
La delincuencia organizada ha sido calificada como grupos terroristas, pero esa calificación lejos de ser considerada como amenazante a nuestra soberanía, debería constituir el mayor de los reos para darle una sacudida general a las terribles complicidades que existen en el gobierno con ese tipo de delincuentes. Por la salud y seguridad de nuestros hijos y nuestras familias nos falta mucho todavía por hacer.
¿Usted qué opina?