Es una vergüenza que el gobierno anuncie la creación de un panteón forense para el resguardo de restos humanos producto de la desgarradora forma de promover la impunidad en perjuicio de la seguridad personal y familiar.
NOVIEMBRE 14 DE 2023
Más ocho mil personas que se registran en el libro oficial de la Fiscalía Estatal que son desaparecidas y asesinadas por levantones o sustraídos de sus domicilios de manera ilegal producto de la incapacidad gubernamental para garantizar la seguridad personal y colectiva.
El temor social es bastante. El panteón forense anunciado por el Gobernador del Estado es una burla al dolor que tienen bastantes familias por la desaparición criminal de sus familiares y que el gobierno no hace nada para evitar que se sigan cometiendo esos abusos de los grupos criminales que actúan impunemente sin que sean detenidos y llevados a la justicia.
Cuando leí la información oficial proporcionada, me resistía a creer que fuera verdad. Es una bofetada grosera a la pérdida de un familiar por actos criminales y el gobierno lejos de salir a la búsqueda de los criminales los trata de consolar con el anuncio de un panteón de la vergüenza.
Las familias agraviadas y que se han formado en grupos para la búsqueda de sus familiares desaparecidos, desplazando a una autoridad incapacitada e interesada para resolver esos hechos. El anuncio del panteón es tanto como mandar un mensaje de desprecio al derecho de las personas a vivir en paz y en tranquilidad.
Más de ocho mil vidas que se apagaron por un gobierno cómplice de la delincuencia que no evitó que ocurriera el hecho que cegó sus vidas, complaciéndolos en otorgarles libertad, dejándolos hacer y no investigar.
No se trata de abanderar con un panteón en el que reposarán los que han sido motivo de una infame forma de afectarse su seguridad personal ante una autoridad promotora de la inseguridad y la impunidad. Policías y fiscales a modo, harán que en el futuro sigan apareciendo nuevos panteones como monumentos de la barbarie que se vive en Sinaloa.
Parte de ese sistema salvaje en que se ha convertido la delincuencia organizada para llevar a cabo privaciones de libertad o levantones en perjuicio de ciudadanos sin importar en el lugar donde se encuentren, es un reto a una autoridad que no tiene la capacidad reactiva para evitar esos hechos y detener a los responsables.
Nombran mandos policiales y fiscales que saben bien que no tendrán voluntad, valor y capacidad para enfrentar a una delincuencia que le han permitido crecer y arraigarse no solo en el tejido social sino en las propias corporaciones de policía y fiscalía estatal.
El problema es que en el delito de desaparición de personas está la sospecha que desde el gobierno se planean y ejecutan esos delitos y el refugo más seguro para un delincuente de ese tipo, es la propia protección que reciben de sus mismos cómplices.
La Agencia del Ministerio Público especializada creada para atender ese delito se ha convertido en una instancia administrativa de registro de personas desaparecidas, pero sin que los hechos sean investigados y juzgados. Crear ese tipo de agencias investigadores es rubricar que el delito está creciendo y la inseguridad personal se vuelve crítica.
Las autoridades prefieren tender una cortina de humo para ocultar ese a ese nefasto problema que afecta a miles de ciudadanos por una terrible inseguridad que no quiere ser atacada por la autoridad gubernamental., y cuyo tema es materia obligada de comentarios en reuniones de café. Ese tipo de riesgos nos pone en serio peligro a todos.
Mientras la inseguridad lesiona la seguridad personal de muchos, la defensa a la autonomía universitaria de la Universidad Autónoma de Sinaloa dará giros inesperados en la lucha emprendida por una comunidad universitaria agraviada en una manifestación de protesta multitudinaria del día de hoy, contra un gobierno insensible y autoritario y que será desnudado ante el Presidente de la República en una visita más al Estado de Sinaloa.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?