Lamentable que el Secretario Estatal de Seguridad Pública oculte su incapacidad para combatir la inseguridad culpando a otras corporaciones de lo que no ha podido hacer.
Lunes 13 de diciembre de 2021.
Escándalo y muerte ocasionó una trifulca en un lugar céntrico de Culiacán, en la que la reacción policial volvió a fallar. Dijo el funcionario policial estatal que sus hombres en motocicletas no eran suficientes para enfrentar a los malhechores y detenerlos.
Recurrió a la misma justificación de aquel famoso culiacanazo. No se hizo frente a los delincuentes para no poner en riesgo a los ciudadanos que se encontraban en el lugar de los hechos. Dijo que los elementos policiales hicieron uso del botón de pánico y que no fue atendido no obstante que las policías están obligadas a responder de inmediato. Incluso el ejército y la guardia nacional.
Algo sucedió, o no hubo botón de pánico o los policías estatales no actuaron por temor o porque conocían a los delincuentes homicidas. El Secretario Estatal se ha visto muy torpe en sus funciones.
Culpa de su incapacidad a la policía municipal de Culiacán ¿que no son del mismo bando los mandos policiales? Afirma que la unidad oficial de policía que estaba a cargo de policías municipales cercana al lugar de los hechos no intervino. La unidad oficial a la que se refiere el jefe policiaco estaba rotulada con los logos de la policía estatal, y que dicha unidad es de las que se encuentran comisionadas en la policía de Culiacán.
Su dicho es lo único que se conoce. El Secretario de Policía de Culiacán, no ha dicho nada respecto de esos señalamientos. ¿Quién podrá ser el responsable de lo sucedido, el estatal o el municipal?
Mientras que el bullicioso secretario estatal de seguridad pública se manifiesta belicoso por su incapacidad para detener el crimen y a los delincuentes, el premiado por su obediencia Jenny del Rincón.
Dijo, al asumir el cargo, que pondría todo su empeño para abatir la inseguridad y la impunidad. Este es un caso para que se ponga a trabajar. Cuando menos exija a la Fiscalía Estatal que trabaje con prontitud y resuelva lo que sucedió.
Las consideraciones que se pueden exponer en esos hechos que avergüenzan a la sociedad, pueden ser: la falta de policías, la inadecuada distribución del escaso estado de fuerza de que se dispone y la deficiente coordinación que se tiene entre las corporaciones de policía. Mo se puede omitir la complicidad entre mandos policiales con miembros de la delincuencia organizada.
Esas consideraciones no son nuevas. De manera reiterada las he comentado. Los gobiernos se han desentendido en recuperar los estados de fuerza policiales, se han hecho cómplices de las deslealtades policiales a la sociedad. Se han negado a cambiar el falso discurso de que pondrán todo su empeño en combatir la inseguridad y abatir la impunidad, mientras que el temor ciudadano crece cada vez más.
¿Sino se resuelve la violación denunciada en el jardín botánico, aun cuando se empeñó el compromiso de resolverla de inmediato, que se puede esperar ante la inmoral incapacidad o complicidad de policías en la que participaron miembros de la delincuencia organizada?
¿Qué ocurre Gobernador que no se pone remedio a tan evidentes incapacidades y no pasa nada? Parece que los malhechores siguen imponiendo sus condiciones. Quisiéramos escuchar al titular de la policía de Culiacán, porque no se ha manifestado. Su silencio puede ser que no quiera enfrentar y evidenciar al secretario estatal o en su caso ¿un coronel del ejército al mando de policías se acobardó al no saber que hacer en momento de estas crisis de inseguridad?
¿Usted qué opina?