TRIUNFO ROBADO

Por: Roberto Montoya Martínez

OCTUBRE 12 DE 2024

LA CASA DE LOS TIÑOSOS, perdón, FAMOSOS, hizo posible que Mario Bezares tuviera los reflectores encima, al grado de ser el campeón indiscutible.

Pero esa victoria está por tener un sabor a derrota, pues alguien cercano al conductor no solo quiere disfrutar de su éxito. Si no sacar provecho de él por convenir así a sus intereses.

Fue en su momento reina de belleza y conductora de TV. Y ahora que incursionó en la cantada, se quiere colgar de la fama de Mayito para poder sobresalir. Nomás vio burro y se le ofreció viaje. Échense este trompo al’ uña.

Brenda Bezares ya sacó las uñas, y traerá a Mayito de la cola, mientras le dure la fama. La originaria de Monterrey, le está pasando la factura al comediante por los malos momentos que antaño pasó con él., No olvidemos su estadía en la cárcel, su fallido paso por TV Azteca, y la crisis laboral que tuvo al salir de Multimedios.

Aunque ella también tiene su historia en los medios no volvió a figurar tras su salida de VIVA LA VI. Emulando el ejemplo de Florinda Meza, al ex conductora venida a cantante, se agarrará de su marido para tener el fulgor que alguna vez quiso tener, y que no pudo alcanzar.

La prueba bien clara tuvimos hace pocos días, cuando a Mayito no lo permitieron bailar Tangamanga para bailotear la rola de su esposa, que a sus años quiere hacerle a la cantada.

A esta señora se le ha olvidado que la estrella es su marido. Pero como él es tan gente, le permite lo que sea. Lo bueno es que el señor Bezares dice la última palabra en su casa: Sí mi vida.

Brenda Bezares está gozando de un triunfo robado. Por tal de tener notoriedad, se agarrade Mayito para que los reflectores apunten hacia ella, eclipsando los méritos del comediante, cuyos proyectos están peligrando por la intromisión de su mujer.

No queremos frenar las ansias de triunfo de esta culta dama, pero deje que Mario goce de su fama y éxito que volvieron a sus manos, y que ella pretende arrebatar. Como ya no aplica eso de esposa te doy, no sierva, ya le da a Brenda facturar a costillas de su hombre. Con todo respeto: ¡Ya siéntese señora!