SE REPITE LA HISTORIA, SOLO CAMBIA EL ACTOR
Por: Roberto Montoya Martínez
ENERO 12 DE 2024
Apenas hace ocho meses que Sandra Smester que llegó a Telemundo, y empezaron los problemas. Lo mismo que hizo en Azteca, lo mismo quiere hacer allá, siguiendo las enseñanzas y el ejemplo de su mentor, el fallecido Alberto Ciurana, quiere repetir la fórmula que terminará de hundir a la cadena, que está recibiendo los embates de su símil Univisión, solo porque se tiraron a la milonga. No en balde se está tomando una drástica decisión, donde para variar, el televidente otra vez paga el pato. Échense este trompo al’ uña.
Desde este año, la televisora de capital puertorriqueño dejará de hacer telenovelas, ya que en ese renglón les fue mal, y de malas. Lo único rescatable es EL SEÑOR DE LOS CIELOS. Una producción con el sello de la casa.
La señora Smester va a privilegiarlos reality shows. Como lo hizo en la televisora del Ajusco, pues salen más baratos que una telenovela. Programas como EXATLÓN, TOP CHEF, LA CASA DE LOS FAMOSOS y otros tantos, van a atiborrar las pantallas de Telemundo, haciendo de sus telenovelas, solo un simple recuerdo.
La prueba bien clara la tuvo Danilo Carrera, quien iba a ser el remake de SEÑORA ISABEL con angélica Rivera. Al final de cuentas se quedó como el perro de las dos tortas, dada la cancelación abrupta del culebrón.
Ahora si mi compa se quedó con la víbora chillando. Siquiera en Televisa tenía seguro el pan y chambeaba al menos en dos proyectos al año. Ahora, ya ni eso. Esto, es tan solo el principio.Se repite la historia, solo cambia el actor. De veras que Sandra Smester tiene por consigna arruinar televisoras. Con Azteca le salió muy bien, al grado de que hasta la fecha sigue sin dar golpe.
Y en Telemundo va por el mismo camino. Esta señora ni de coña toma en cuenta a las audiencias. Esta mujer quiere hacerle el caldo gordo a las plataformas digitales, y para ello, quiere arruinar a las cadenas de TV abierta donde presta sus servicios.
Si los de Telemundo quieren morir engañados, allá ellos. Nomás que no anden buscando su cebollita para llorar.