NEGOCIO QUE NO DEJA SE TIENE QUE DEJAR
Por: Roberto Montoya Martínez
Noviembre 18 de 2024.
La mala situación económica de Televisa, ha orillado a la empresa a hacer ajuste presupuestal, pues está cerrando el año en números rojos. No conforme con cancelar COMO DICE EL DICHO por los elevados costos de producción, como la suspensión del remake de CÓDIGO POSTAL por esos mismos motivos, están cortando cabezas al por mayor, particularmente de gente que no abona nada a la televisora, y cuyos proyectos generan más pérdidas que ganancias. Y su primera víctima es Giselle González. Esta es su hoja de vida.
Giselle González Salgado, nace en la Ciudad de México, el 31 de mayo de 1969. Es una productora de televisión mexicana que se ha destacado en telenovelas con un toque realista y programas de televisión, para la cadena Televisa. Es hermana de la actriz Michelle González.
Es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con la licenciatura en ciencias de la comunicación. Realizó los diplomados de Dirección y Desarrollo de Negocios así como de Mercadotecnia en el Tecnológico de Monterrey.
Inició su carrera profesional en la empresa Televisa en el año de 1990, trabajando con diferentes productores, entre ellos con el señor Luis de Llano Palmer y con su hijo Luis de Llano Macedo.
El año de 1994 marca el inicio en la carrera de Giselle, de una etapa como productora asociada, durante la cual realizó diversos proyectos, entre los cuales destacan las siguientes telenovelas:
En 1996 trabajó bajo las órdenes de Julissa en su regreso a la producción de telenovelas con la trama de La sombra del otro, argumento original de Carlos Olmos y Enrique Serna, y en 1997-1998 trabaja en el debut como productores del matrimonio Rebecca Jones y Alejandro Camacho en una historia escrita por Jaime García Estrada y Orlando Merino llamada Huracán.
Es en el año 2000 cuando Giselle inicia su etapa como productora asociada en Locura de amor que marca el debut de Roberto Gómez Fernández como productor de novelas. A esta etapa junto a Roberto Gómez Fernández, hay que sumar dos melodramas más: El juego de la vida en 2001-2002 y CLAP en 2003-2004. En el 2006 inicia su etapa como productora ejecutiva también junto a Roberto Gómez Fernández con la serie Amor mío, realizada en Buenos Aires, Argentina.
El 25 de febrero de 2008 aparece en las pantallas mexicanas su telenovela Alma de hierro, versión de la producción argentina Son de Fierro, la cual se convirtió en todo un fenómeno que permaneció al aire por más de año y medio.
El 12 de julio de 2010 sale al aire otro éxito de la dupla González-Fernández, la telenovela Para volver a amar. La telenovela está basada en la producción colombiana El último matrimonio feliz.
Durante 2012 Giselle y Roberto Gómez Fernández lanzaron su último proyecto juntos, Cachito de cielo. En 2014 Giselle regresa a producir independientemente la nueva telenovela Yo no creo en los hombres, versión de la telenovela del mismo nombre de 1991.
Entre 2016 y 2017 regresa produciendo la telenovela original La candidata la cual fue protagonizada por Silvia Navarro y Víctor González.
De nuevo en 2017 produce la telenovela Caer en tentación versión de la telenovela argentina Amar después de amar protagonizada por Silvia Navarro Adriana Louvier Gabriel Soto y Carlos Ferro la cual finalizó a principios de febrero de 2018.
En los últimos años, los proyectos de la productora no fueron bien recibidos por parte del público. Presuntamente, la censura por parte de la empresa, que se empeña en m anejar una línea conservadora, puede ser una de las causales de los fracasos de la productora, a quien le cancelaron un proyecto para VIX. Ya se cansaron de meterle dinero bueno al malo.
Negocio que no deja, se tiene que dejar. Y Giselle, hace mucho que dejó de ser negocio. Por más chanza que le dieron, sus proyectos no cuajaron.
El ser demasiado atrevida y revolucionaria en su forma de hacer TV fue su perdición. Solo por un sujetarse al molde tradicional de Televisa, que aún en horario estelar, todas las historias deben ser aptas para toda la familia.
Le deseamos buena suerte a esta productora, que tendrá que tocar puertas, o en su defecto, lanzarse por la libre. Estas son las consecuencias de tener arranque de yegua y parada de burro.