LLAMARADA DE PETATE
Una vez más Televisa la volvió a cajetear. Puso sus huevos en una sola canasta, y como es
de esperarse, truena como cohete chino. Una de sus historias volvió a quedar a deber,
pues prometió mucho y no dio nada. Mejor dicho si dio, la oportunidad de que LA VOZ y
SURVUVOR tengan mejores niveles de audiencia.
Y pensar que metí las manos al fuego
por la escritora de esta birria de novela. Definitivamente ya perdió el toque. Se quedó en
sus tiempos en que escribía TRES MUJERES y no evolucionó. Si para ese chiste volvió,
mejor se hubiera quedado en el retiro. Acompáñenme a leer esta historia tan triste que
mata de risa.
FUEGO ARDIENTE no llega ni a una mísera llama. Simplemente no le hace honor a su
nombre, pues lejos de ser una novela erótica terminó siendo un mal intento de historia
rosa. Mariana Torres y Carlos Ferro no hicieron click, y la ambición de Kuno Becker de
hacer un villano de gran cartel quedó en casi una caricatura.
Del resto del elenco mejor ni
hablamos. Los pobres no tienen la culpa de que esta historia no sea más que una parodia
de MERCADO DE LÁGRIMAS. Martha Carrillo y Cristina García perdieron la magia. Si lo que
pretendían ambas escritoras era revivir viejos laudos como cuando realizaron TRES
MUJERES, pues fracasaron. Una versión novelada del GÜILO MENTIRAS está mejor que el
bodrio que escribieron.
Por eso el género de la telenovela está en decadencia, por
porquerías como la que hicieron. Producto de lo antes dicho, esta reverenda
ma……niacada saldrá del aire antes de tiempo. Su productor Carlos Moreno tuvo que
aceptar que patinó gacho al producir esa horrenda cochinada. LA MEXICANA Y ELGÜERO
era pésima, pero FUEGO ARDIENTE la superó y por mucho, al grado de que el culebrón
protagonizado por Itati Cantoral y Juan Soler es un best seller en comparación con este
pasquín telenovelero.
Con bazofias como estas, hasta dan ganas de darle la razón al
difunto Alberto Ciurana, el cual decía y aseguraba que el género de la telenovela ha
muerto, y no es que esté muerto, inmundicias como esta lo están matando.
Lo que un día fue FUEGO ARDIENTE, terminó siendo una llamarada de petate. Televisa en
su soberbia, no quiere aceptar que luchó en una batalla perdida para volverla a perder.
Lástima por el elenco que es de primera, más no la novela que está deprimente.
La pluma de Martha Carrillo se quedó sin tinta, y también sin inspiración. Las historias de antaño
tienen mejores números que este culebrón, cuya trama terminó siendo pura vacilada. Ven
que el niño tiene gases y le das frijoles.