LA CAÍDA DE UN GIGANTE
Por: Roberto Montoya Martínez
Sucedió lo que nunca pensamos. Televisa, el coloso de las telecomunicaciones, está pasando por una de sus peores crisis, y no solo en audiencia, sino también en lo económico.
Fue su desgracia haber sido leal al viejo sistema, pues la actual administración federal se decanta hacia los medios públicos, que representan al sistema de gobierno.
Todas las broncas que han tenido se acumularon, al grado de que no pueden con la bola de nieve. Dicho de otra forma, no sienten lo duro, sino lo tupido. Pongan ojo al parche.
El FIFA GATE donde la televisora soltó la mosca para obtener múltiples beneficios a la hora de transmitir los campeonatos mundiales de Fútbol, la baja de suscriptores en SKY e IZZI, y el meterle dinero bueno al malo, hizo posible que la empresa esté por la calle de la amargura.
El hecho de fusionarse con Univisión les hizo más daño que beneficio. Y es que producto de estrategias implementadas por los gringos, la televisora tuvo que cerrar varias estaciones de TV en provincia, recortar personal, rasurar exclusividades, cancelar proyectos, y sacar del aire todo aquello que no abone ni en rating ni en ganancias.
Y es que los gabachos saben cuidar bien su dinero. Por si fuera poco, la reputación que ha tenido Televisa de 30 años a la fecha, inhibe a las nuevas generaciones a ver sus contenidos, ni siquiera en VIX. Y eso ya es mucho decir. Cuando menos lo pensaba el señor Azcárraga, el encanto se rompió, y el castillo que hicieron su padre y su abuelo, simplemente se derrumbó.
Estamos viendo la caída de un gigante, que poco a poco se va desmoronando. 75 años de un prestigio bien cimentado se ha destruido en 75 días.
Todo por su insistencia en hacer las cosas como en los viejos tiempos, sin faltar sus pésimas decisiones administrativas, y estrategias equivocadas. Azteca no está mejor que ellos, pero al menos tratan de tener finanzas sanas y sacar adelante los proyectos de la empresa.
El poner los huevos en una sola canasta, ya no es negocio, pues se comprobó con tristeza, que eso ya no le arrienda las ganancias a la televisora. Dentro de lo malo, lo bueno. Televisa tiene demasiado amor propio como para darse por vencida, seguirá luchando hasta lo último. Ellos ya no quieren queso, sino salir de la ratonera.