CUANDO ESA VÍBORA PICA NI REMEDIO DE BOTICA

Por: Roberto Montoya Martínez

A Mariela Sánchez le salió el tiro por la culata, pues su reconciliación con Cristian Castro le duró lo que al pobre la alegría. Ella confió en quien no debía mientras estaba irascible tras su ruptura con el cantante.

Lástima que aprendió la lección demasiado tarde. Quien tiene boca se equivoca, y la ira es muy mala consejera. Dentro de lo malo, lo bueno. El cantante seguirá siendo el gallito feliz. Pongan ojo al parche.

La empresaria argentina había anunciado a los cuatro vientos su reconciliación con el hijo de la Vero Castro. Lo malo, es que le duró muy poco el gusto, pues para su mala suerte, algún aprovechado por dinero, filtró unos audios que dejan muy mal parada a Mariela.

Un conocido programa de TV argentino, dio a conocer las conversaciones de la empresaria, denostando contra el intérprete de YO QUERÍA. No lo bajó de ser despreciable, imbófido, inmaduro, indeciso, proyecto de hombre inacabado.

Tras la difusión de esa prueba incriminatoria, Cristian le mandó decir a esta niña “No hago rondanas con hojalateros”. Mariela cayó redondita en una trampa, pero el mal ya no tenía remedio.
Con una lágrima en la garganta tuvo que partir, ya que su bocaza la puso en evidencia. Apa amiguitos que te cargas piba. Tarde te diste cuenta que los que son tus amigos serán tus enemigos alguna vez.

Cuando esa víbora pica, ni remedio de botica. Mariela Sánchez se quedó como el perro de las dos tortas, nomás por abrir el hocico a lo tonto. Su arranque de ira le costó caro.

Debió tener grandeza de alma y tragarse sus penas cuando rompió con Cristian por primera vez, pero no. Se le hizo fácil llamarle gordo, bofo, feo y galancete de caricatura, sin ponerse a pensar que su confidente por unos pagos la exhibió tanto en redes como en cadena nacional.

La regó gacho esta pelotuda (idiota). Después de eso, ni las moscas se le van a acercar. La culpa no es del mate, sino de quien lo bebe.