ADIÓS DON ANTONIO
Por: Roberto Montoya Martínez
El medio del espectáculo vuelve a cubrirse con el negro crespón del luto. Se fue un primer actor, que, a pesar de no haber tenido nunca un primer crédito, su presencia fue más que indispensable en películas y telenovelas.
Transitó tanto en las aguas del drama como de la comedia. Incluso, prestó su voz para algunas películas de Disney, siendo sus últimos trabajos antes de retirarse hace casi 20 años.
Toda su carrera televisiva la hizo en Televisa, donde se pudo desarrollar profesionalmente. Recordemos juntos, con la fuerza del corazón, la trayectoria del primer actor Antonio Miguel.
Miguel Antonio González Sánchez, mejor conocido como Antonio Miguel, tuvo su debut en la TV en series como “Viviana” y Domenica Montero” en el año de 1978. Apareció también en “Rosa salvaje”, “Al filo de la muerte”, “Viviana”, así como películas como “El pájaro Tata” y “Las andanzas de Agapito”. En novelas también fue parte de “Mujeres engañadas”, “La dueña”, “Mágica juventud”, entre muchas más.
Uno de los personajes más queridos por el público fue en “Amarte es mi pecado” (2004), en donde dio vida a Víctor Garduño, en donde compartió crédito con Yadhira Carrillo, Alessandra Rosaldo, Sergio Sendel y Sergio Reynoso. También fue parte del elenco del unitario “Mujer, casos de la vida real” que conducía Silvia Pinal, en donde estuvo en 19 capítulos y exploró la comedia en el programa de comedia “Al derecho y al Derbez”, junto a Eugenio Derbez.
En su currículum también se encuentran novelas icónicas como “Agujetas de color de rosa”, “La dueña”, “La intrusa”, “Gabriel y Gabriela”, entre una extensa lista con el que se ganó el cariño de la audiencia y con el que se quedará inmortalizado. En el tenor del doblaje, trabajó en la empresa SISSA posiblemente en los años ochenta y en varios proyectos para Disney a inicios de los años 2000. El histrión falleció el lunes 28 de octubre, lo cual dio a conocer la Asociación Nacional de Actores. Hasta el momento, se desconocen las causas de su fallecimiento.
Adiós, don Antonio. Usted no necesitó de un primer crédito para triunfar. Su trabajo y dedicación lo convirtieron en lo que fue: un primer actor. Las películas y telenovelas donde intervino son testimonio de su paso por el mundo del arte. Afortunadamente, podemos seguir disfrutando de su trabajo a través de la tele abierta y las plataformas digitales. Buen viaje, señorón. Y gracias por los buenos momentos.
POR TODO LO QUE NOS DISTE Y LO QUE EN VIDA FUISTE
MUCHAS GRACIAS, ANTONIO MIGUEL, DONDE QUIERA QUE ESTÉS
Q. E. P. D.