EL GRAN VÍCTOR CORONEL 3° PARTE
Por: Roberto Montoya Martínez
Domingo 4 de diciembre de 2022.
Ya nos estamos acercando al final de la conversación que tenemos con Víctor Coronel, cuya voz se quebró al recordar a Héctor Paliza, que fue uno de sus mentores en hacer radio. Amén de lo anterior, AMARRANDO PAREJAS fue uno de sus proyectos más exitosos.
La satisfacción que le quedó a Víctor es haber casado a muchas parejas. Donde sí triunfó es cuando se involucró en la narración de partidos de Base Ball. Un sueño acariciado que por fin se hizo realidad.
Para cerrar con broche de oro esta charla, Vitorio nos platicará sobre otro de sus talentos: ser maestro de ceremonias.
RELEVO GENERACIONAL
“Mi desempeño en la narración es producto de la experiencia adquirida con los años. Más en el Base Ball nunca terina uno de aprender, en lo tocante a la crónica.
Escuchas tú a cronistas de fama mundial, y ves que tienes mucho que aportar. Hace dos años me retiré de la actividad porque en ese tiempo tenía problemas con la vista.
Fue oportuno decir –Esto ya se acabó- Don Jaime Blancarte antes de partir de este mundo me decía que nos retiráramos juntos del club. Me compartió que quería retirarse, que las cosas en el club no eran lo mismo.
Yo le respondí que mi vista estaba fallando y no podía ver bien las jugadas, además confundía a las mascotas que salían al terreno de juego, veía un perro cuando en realidad era el chango.
Condecirte que el chango se puso uniforme de pelotero y justamente un jugador del equipo era bastante velludo, y he de ahí la confusión, claro, en son de broma.
Muy a su pesar, el club aceptó mi solicitud de retiro voluntario no sin antes dejar un heredero. Es un chico que yo recomendé y que continúa haciendo la labor de cronista, hasta fue alumno tuyo, Miguel Lugo.
Curiosamente mi recomendado entró a trabajar el meritito día de la inauguración. Todavía me preguntaban si seguía firme con mi decisión de retirarme, les dije que sí, y sin más ni más, Miguelito entró al quite, pues les explique que tenía problemas con la vista.
Desde entonces hasta la fecha, él se ha desempeñado profesionalmente. Miguel entró en la temporada 2020 y sigue firme el chico. Aunque ya me operé de la vista y estoy en condiciones para realizar la narración beisbolera, prefiero ver el juego desde las gradas, como un espectador más.”.
DE NARRADOR A ESPECTADOR
“No niego que tengo el gusanito de narrar un juego, parea ver la diferencia de dos años a la fecha, pero prefiero ir con mi hijo al estadio a ver los juegos de pelota.
Lo mismo puedo ver todo el juego en el estadio, lo mismo me puedo marchar en la sexta entrada, y seguir disfrutando del partido por televisión. El base ball es por demás demandante, y los dueños del club son demasiado exigentes, he de ahí el secreto de su éxito.
Te piden que te presentes hora y media antes del partido para realizar los previos del juego, dígase, entrevistas, comentarios preliminares, análisis de los jugadores y todo lo que eso conlleva.
Y al finalizar el juego, ya hi te va otra media hora para entrevistar que al lanzador vencedor, al lanzador perdedor, los numeritos finales, pláticas con los managers de cada equipo, etc.
Te da la media noche y por ende, uno llegaba tarde a casa. Entrar a las 5 p. m y llegar cerca de la 1 a.m. por hacer lo que a uno le gusta, a eso se le llama tener amor a lo que haces. Pero ¿sabes una cosa? Ya me cansé de ese trajín”.
SIGUIENDO A LOS TOMATEROS: FUE UNA HERMOSA ÉPOCA
“Ese tiempo fue muy hermoso, pues de entrada, iban a nuestro programa algunos de los jugadores que ya estaban hospedados den los hoteles del rumbo.
A todos, tanto de casa como extranjeros los invitábamos a comer, y de paso les hacíamos la entrevista. Uno de esos personajes fue Vicente Romo.
Los que participábamos en esa programación éramos don Agustín de Valdés, Enrique Kerlegand, Miguel Ángel Ahumada Mariscal, Edgar Maldonado y tu servidor.
Comenzó con media hora, con el tiempo se hizo de una hora, y al final nos quedamos como al principio, media hora.
Era poco el tiempo del que disponíamos para lo mucho que teníamos que decir, por ejemplo los resultados de la jornada anterior, hacíamos quinielas, en fin, nos la pasábamos bien. Ahora tengo entendido que hasta los sábados transmiten EL SILLÓN DE LOS TOMATEROS, para tener algo más de tiempo para hablar del béisbol de nuestra liga, la liga mexicana del pacífico”.
RAMÓN ROBLEDO: MI PADRINO EN LA CEREMONIA CÍVICA
“Si soy maestro de ceremonias es gracias a Ramón Robledo, quien me llevó a la entonces Dirección de Acción Social para presidir un evento, ya que Ramón tenía un nombramiento importante y no podía hacer las veces de conductor. Has de saber que en la administración del entonces gobernador, Antonio Toledo Corro, el Lic. Robledo incursionó en el servicio público, y fue de la mano de Rafael Guerra Miguel donde ocupó un pesto importante, que lo alejó de la ceremonia política por un tiempo.
Era jefe del Departamento de Títulos Profesionales. Era yo un joven mancebo, tenía alrededor de 22 años cuando él me recomendó con el entonces director de Acción Social, el Lic. Juan Antonio Guerrero Quintero, que recién había terminado su administración como alcalde de Sinaloa de Leyva.
Mi primer evento recuerdo, era un aniversario del natalicio de Benito Juárez, y recuerdo que fue por la avenida Guerrero, cerca de la carretera a Sanalona. Por esos lares estaba el monumento a Juárez.
Acudieron muchas personalidades del ámbito político y público, me sentí presionado, pero sacamos avante la encomienda y hasta eso que les gustó mi trabajo. Desde ese momento me convertí en el caballito de batalla en los eventos cívicos.
Mi presencia se hizo cada vez más indispensable, tan es así, que aún conservo mi base en el gobierno estatal después de 40 años. No niego que me gusta la ceremonia cívica, pero en un chico rato me voy a bajar del tren para dar paso a las nuevas generaciones”.
TUVE BUENOS COMPAÑEROS
“He trabajado al servicio de varios ex gobernadores del estado, pero he trabajado más de cerca con quienes fueron colegas en la brega radiofónica y que asumieron el cargo de gobernador.
Por citar un ejemplo, en el periodo de Juan S. Millán, Humberto Astorga (QEPD) nos echó la mano en algunos eventos. Sin embargo, cada vez que venía a visitarnos el presidente de la república en turno, se requerían los servicios de Ramón Robledo, Humberto Astorga, Hilario Gastélum y tu servidor, dado que los eventos eran simultáneos y una sola persona no podía darse abasto. Todos nos ayudamos entre si gracias al sindicato de la radio, quien hizo posible que todos nosotros tuviéramos esa oportunidad”.
LA CEREMONIA CÍVICA TIENE LO SUYO
“Quien vaya a quedarse en mi lugar cuando yo ya me vaya, tiene que gustarle el trabajo de maestro de ceremonias. Todos los que nos hicimos en la ceremonia política, dígase Ramón, Hilario o quien te habla, estamos dispuestos a ayudar a quien se quede en mi lugar.
Si viene de las filas del sindicato, que sería lo ideal, perfecto, de no ser así, que se ponga de acuerdo con la organización. Igual lo ayudamos con mucho gusto.
La ceremonia política tiene su chiste, no basta con portar el traje y seguir al pie de la letra el orden del día. Ceremoniar eventos cívicos tiene sus propias reglas, su propio timing, saber los tiempos de los honores a la bandera, los toques de marcha, tiene sus secretos, sus bemoles para que el evento luzca cual es debido.
Te daré una primicia. El Ejército envió una solicitud al gobierno del estado para implementar los lunes cívicos, los cuales se efectuarán el primer lunes de cada mes, con la presencia de instituciones educativas, funcionarios públicos, la guardia nacional, el ejército mexicano, los tres poderes de gobierno, en fin, una ceremonia donde se fortalecerán los valores cívicos. A mi ver es un acercamiento entre las fuerzas armadas y los estudiantes por todo lo que ha ocurrido en torno al ejército. Me parece una idea formidable”.
SIN EL PÚBLICO NO ERES NADA
“Todos los formatos radiales tienen su encanto, pero se disfrutan más aquellos programas donde el locutor tiene contacto directo con el público.
No basta con estar encajonado en una cabina, sin importar que fuera espaciosa o no. A mí me daba mucho gusto que tan luego dieran las 4 p.m. ya la gente me aguardaba afuera de los estudios, ávida de encontrar una pareja o una amistad.
Eso me daba gran satisfacción. En cuanto a los eventos cívicos y la crónica deportiva. ¿Qué te puedo decir? La gente me envestía donde quiera que me parara, y hasta me reclamaba -¿Qué pasó con Culiacán ayer?-
Yo respondía a la gente que el base ball es un juego donde no siempre se puede ganar. Eso te nutre, hace que cobres vigencia. En mi caso, que estoy fuera de la crónica, el hecho de que la gente me pregunte sobre base ball, hace que me mantenga vigente. He de ahí la importancia de la retroalimentación”.
FIGURAS INOLVIDABLES
“De mi paso por la radio, recuerdo con especial nostalgia a Rodolfo Guerrero Godoy, con quien alterné mientras hacía suplencias en la CQ.
Era un deleite escucharlo. En NZ y BL la cosa era diferente. Recuerdo con afecto a Manuel Castaños con quien conviví muchos años y compartimos muchas cosas, al señor Carlós Pérez Villalvazo y su peculiar forma de ser. Todos los compañeros tienen su propio carácter y personalidad, otro ejemplo es el de Baldomero Galindo, a quien me encontré acá en este restaurante en recientes fechas.
No hago menos a la chavalada con la que conviví en mi última etapa laboral. También recuerdo con nostalgia a gente como José de la Luz Briggs, Gilberto Aguirre y Gilberto Acosta, que ya están en otro plano.
También recuerdo a compañeros que afortunadamente todavía están con nosotros, y que nos vemos de vez en cuando, máxime cuando tú convocas a esas reuniones donde citas a quienes son los sobrevivientes de la época de oro de la radio.
Te felicito y aplaudo esa iniciativa, dada tu afinidad con la radio de los viejos, la radio de mi generación, la radio de antaño. Aprovecho la oportunidad de saludar con todo respeto a todos mis compañeros de la vieja guardia, a quienes les agradezco por haberme formado profesionalmente gracias a sus enseñanzas y su ejemplo. De todos ellos tengo un recuerdo de amor y gratitud”.
ME ESPERA UNA VIDA TRANQUILA
“El aprendizaje es una constante, no le hace que esté retirado de la actividad profesional. Procuro leer más, convivir con la familia, a quien estoy compensando de mis ausencias por motivos de trabajo.
Las giras, ir de una chamba a otra, los juegos de pelota, fue mi constante por muchos años, lo cual hizo que descuidara un poco a mi esposa y mis hijos. Afortunadamente ese tiempo ya se acabó. Hemos dado vuelta a la página y le doy tiempo de calidad a mi familia.
Por supuesto, sin descuidar el aspecto social, tal es el caso de estar tú y yo platicando muy a gusto en torno a una taza de café. Ver a los compañeros sin la fija de que me tenga que marchar por la presión del tiempo.
Esa es ya mi constante. Desde luego, sin descuidar la salud. Antes de despedirme, te quiero agradecer a oportunidad de compartir con tus lectores lo que yo he hecho durante 46 años de trayectoria profesional. Vaya hacia ti mi admiración y respeto”.
Él es Víctor Coronel. El mismo que viste y calza. Ahora retirado de la actividad radiofónica, y próximamente del servicio público, disfruta no solo de la compañía de su familia, sino también de sus colegas en retiro de la actividad, donde en torno a una taza de café recuerda con emoción la bella época, de la que también forma parte.
Gracias por compartir con nosotros lo que ha sido tu notable y sobresaliente trayectoria. Como dice Luis Alberto Díaz, que te vaya DE LO MEJOR!