Un feliz día del mes de noviembre arribó a estas tierras, un hombre venido del sur que vino a conquistar el norte. Con un poquito de fe y de ciencia, paciencia, un poco de gracia y otra cosita, edificó una estación radial, que pese a su poca presencia en el cuadrante, se hizo de adeptos, tanto del público oyente como de distinguidas personalidades. Lo que él tiene a su favor es que no es ningún improvisado. Tiene un bagaje profesional impresionante. Damas y caballeros, les presento a Federico Cánovas.
DE ESCRITOR Y CHEF NO IBA A VIVIR
“De entrada te digo, que soy comunicador. Tengo la licenciatura en ciencias de la comunicación y dos diplomados. Uno en Filosofía y otro en Mercadotecnia digital. Eso en cuanto a mi formación académica. Pero en realidad, me gusta escribir y cocinar. Si tuviera la opción de hacer lo que me gusta, sería un escritor chef, en esa extraña mezcla poder tener un restaurant donde mis comensales disfrutaran de todos los platillos que prepararía, y por los tardes, en ese lugar, dedicarme a escribir. Pero, ante todo, uno tiene que vivir, y decidí no dedicarme ni a cocinar, ni a escribir, sino a buscar un trabajo estable”.
RADIORAMA: MI VERDADERA ESCUELA
“Mi pasión por la radio la descubrí a muy temprana edad, y mi primer empleo dentro de la industria fue en Radiorama, donde tuve a grandes maestros. Es de justicia reconocer a todas aquellas personas que te dan la oportunidad de formarte en las filas de una empresa.
El primero de ellos fue el finado Roberto Armendáriz, quien fuera un destacado conductor de programas de radio y TV, hasta fue maestro de ceremonias de varios presidentes de la república. Con él aprendí lo que es realmente la locución.
Creía saberlo todo en la materia, pero Al tenerlo en frente, caí en cuenta de que no sabía nada. Otra persona digna de mención es José Luis Ponce de León, quien era jefe de información, quien me enseñó como redactar una nota.
Ahí uno se da cuenta que sabía uno como redactar, pero una cosa es la escuela, y otra cosa es el mundo real, y volvemos a lo mismo, no sabía cómo redactar una nota.
Ellos fueron mis maestros, más mi mecenas dentro de la empresa fue Don Javier Pérez De Anda, uno de los dueños del corporativo, quien me dijo –Aquí aprenderás de todo, y conocerás toda la empresa- Tal cual te lo cuento, tal cual ocurrió”.
JAVIER PÉREZ DE ANDA: MI MECENAS
“En mi primer ciclo en Radiorama, que duró 10 años, aprendí a hacer de todo. Fui redactor, reportero, conduje un programa los domingos, y más adelante conduje una sección fija en el noticiario.
Fue en ese ínter cuando Don Javier me dijo –Tú ya pasaste por ahí, ahora adéntrate al área de Mercadotecnia- ahí aprendí a estudiar los ratings, la competencia, a analizar lo que hacían y a generar ideas. Justamente ahí, junto con el equipo de Marketing de la compañía creamos la primera estación Romántica, cuya franquicia sigue vigente en algunas ciudades, incluyendo Culiacán. A mí me tocó ver nacer Romántica 1380.
Nosotros creamos la imagen auditiva, pero lo que es el logo, no fue idea nuestra, tal parecía una especie de edecán, con su bandota bien atravesada en el pecho. Romántica fue una estación que gozó de buenos niveles de rating que puso a temblar a todas las estaciones del género. Lo que son las cosas, una estación de AM dando pelea a muchas emisoras de FM. De Mercadotecnia, a manera de paréntesis, y no es por darme lija, hemos creado el slogan de Radiorama: La cadena que une a México.
La compañía seguía en crecimiento, y como te decía, de Mercadotecnia me encaminaron al área de ventas. Fue justo cuando Don Javier me dijo –Si ya conoces como se concibe un producto, como se presenta, como se hace y todo lo demás, ahora lo tienes que vender- e incursioné como ejecutivo de ventas. En principio me pasaron algunos clientes, otros los tuve que buscar, picando piedra, cosa que parece ser una constante en mi trayectoria. Esa fue mi historia en Radiorama, la primera parte. 10 años de aprendizaje, trabajo y dedicación”.
CAMBIO DE GIRO
“Tras terminar mi ciclo en Radiorama, me marché a Direct TV. Estuve a cargo del área de Mercadotecnia para puntos de venta, organizamos muchos eventos, desde los más pequeños hasta los más fastuosos.
Tal fue el caso de la presentación de un partido de la NFL en el estadio azteca, y Direct TV no solo los transmitía, sino que también lo patrocinaba, así que fue un trabajo de gran impacto. Ahí conocí a otro de mis maestros, Guillermo Ávila, quien vive en la sultana del norte desde hace algunos años, y con quien me voy a reencontrar próximamente.
Es un gran camarada. De él aprendí todo lo relacionado con la mercadotecnia de punto de venta, organización de eventos, los Trent Shows. Pero la bendita pandemia lo vino todo a trastornar y se cayeron muchos eventos.
Eso me afectó bastante, pues hacía mis eventos de manera independiente. Tuve mi compañía organizadora de eventos, la cual tuve que cerrar gracias a la dichosa pandemia, perdí la oportunidad de continuar en ese giro”.
Haremos una pausa en la entrevista, pues él debe checar algunos detalles. Como dato curioso, esta plática se da en medio del desmantelamiento de las instalaciones de lo que un día fue Heraldo Radio. En nuestra próxima entrega, conoceremos más de Federico Cánovas, que como el emperador Julio César, Vino, vio y venció.