CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
Por: Roberto Montoya Martínez
Martes 27 de diciembre de 2022.
Tal parece que el señor Adrián Ortega dejó entrar a TV Azteca a los cuatro jinetes del apocalipsis: La guerra, la peste, el hambre y la muerte.
Muchos de los viudos de Ciurana están con el Jesús en la boca, pues no saben ni como ni cuando los van a pasar a la guillotina.
Caso específico VENGA LA ALEGRÍA, donde en un principio se habló de un recorte de personal, pues ahora resulta que van a recortar el espacio, o que es lo mismo, les van a dar chicharrón. Pongan ojo al parche.
A decir de gente seria, el matutino estelar de la televisora del Ajusco tiene sus ratos contados, dado lo pobre de los resultados ofrecidos, aún con la partida de dio Lluberes.
La mascarada montada por el Capi Pérez enfundado en su personaje de Margarita Mackenzie, sacó a flote a los demonios de Sergio Sepúlveda, quien producto de la dinámica del sketch, despotricó en contra de Laura G, Roger González y Mariano Sandoval, con quienes no disimuló su antipatía.
Eso refuerza la tesis del ambiente tan ríspido que se da en la producción d esa programación.
El rumor que corre fuerte es que tan luego inicie el año comience transmisiones BUENOS DÍAS MÉXICO, show que ocupará el lugar de VLA, y cuyos conductores contemplados serán Íngrid Coronado, que volverá a Azteca en un programa hecho a la medida, Marco Antonio Regil, que vuelve formalmente a la TV Mexicana después de un ratotote fuera de la pantalla chica, Mauricio Mancera, que al igual que la Coronado, regresa a casa en plan grande, Patricio Borgetti, el único miembro de VENGA LA ALEGRÍA que sería rescatado, y Ricardo Peralta, que dará el salto de las plataformas digitales a la TV abierta .
Tal vez sea una especulación, pero a como están las cosas en el Ajusco, puede que sea verdad, pues VENGA LA TRISTEZA ya dio lo que tenía que dar después de 17 años de transmisiones.
Como si fuera novela de Gabriel García Márquez, el fin de VENGA LA ALEGRÍA ahora es la crónica de una muerte anunciada. Esa programación pierde televidentes cada día, y lo peor es que eso traerá efectos colaterales. Su símil de los fines de semana correrá la misma suerte por esos mismos motivos. Adrián Ortega está esperando a que venzan los contratos de todos los viudos de Ciurana para actuar en consecuencia, ya que él quiere levantar el canal, no hundirlo más de lo que está. Ya lo decía Renato Leduc: Sabia virtud de conocer el tiempo.