DEVUÉLVEME LA VIDA PAP
Por: Roberto Montoya Martínez
Erase que se era, un a princesa que pasó a ser cenicienta, en cuya historia no hay final feliz. Su padre se adueñó de su vida hace 13 años, quedándose con su tutela y con todo su dinero. Esta niña que es ya mujer, cansada ya de su cautiverio, pide auxilio a las autoridades para que se le conceda lo que le fue arrebatado: Su libertad. Conozcamos un
poco la triste historia de Britney Spears.
La llamada princesa del pop lo tenía todo: fama, dinero, popularidad, pero le entró una crisis nerviosa tremenda, al grado de raparse por completo y cometer desatinos en público. Sabiéndola desquiciada y fuera de sí, su padre Jamie Spears, alevosamente y sin consideración, asumió su tutela en todos los aspectos.
Teniéndola como prisionera en su propia casa. 13 años han asado, y Britney lanzó este grito de socorro traducido en el siguiente hashtag: #freeforbritney o liberen a Britney. De manera virtual, la cantante declaró que ha vivido una historia de terror, no teniendo derecho ni siquiera a lo más indispensable.
No solo las autoridades la escucharon, sus colegas artistas y hasta sus exparejas oyeron su grito de ayuda. Es inconcebible que por mezquindad y egoísmo, un padre tenga cautiva a su hija que en cosa de unos meses cumplirá 40 años, porque a decir de él, es una enferma mental, trastornada, chiflada. ¡Eso sí que está de la fregada! Lo que la blonda cantante pide le sea revocada la tutela de su padre para volver a ser libre y regresar al medio artístico, del cual la ha alejado desde hace 13 años.
Britney Spears grita desesperada: ¡Devuélveme la vida papa! Esta historia merece tener un mejor final. Esperemos que la justicia norteamericana falle a favor de la cantante, y el bigardón de su padre haga lo que nunca ha hecho en su vida: trabajar de verdad. Es cuestión de tiempo para que este caso interesante se resuelva de manera favorable. Sería un buen regalo para Britney el celebrar su cumpleaños en completa libertad, lejos del yugo de su padre, que en verdad no tiene maaaaanera de tratar a una estrella como lo sigue siendo la princesa del pop. Ni modo señor Jamie. La burra no era arisca, la hicieron.