LO DIJO MONTOYA, 23 DE NOVIEMBRE DE 2022.


El trovador cubano Pablo Milanés mientras actúa durante un concierto, en La Habana (Cuba). EFE/Ernesto Mastrascusa/Archivo
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QUERIDO PABLO


Por: Roberto Montoya Martínez

Miércoles 23 de noviembre de 2022.

La trova latinoamericana se cubrió con el negro crespón del luto. Madrid, España, fue la última morada de un cantautor que fue uno de los precursores de la trova cubana. Un bardo muy inspirado, que lo mismo trovaba canciones de protesta, lo mismo canciones de amor. El artista tenía una relación con México muy especial, al grado de escribir el tema de una telenovela. Sin duda, un artista muy querido y respetado. Parafraseando a George Harrison, el 21 de noviembre fue el día que lloraron las guitarras. Recordemos juntos con la fuerza del corazón, la vida y obra del maestro Pablo Milanés.

Pablo Milanés Arias, Nació el 24 de febrero de 1943, en Bayamo, provincia de Oriente, actual provincia de Granma, Cuba. Estudió música en el Conservatorio Municipal de La Habana. En sus comienzos estuvo muy influido por la música tradicional cubana y por el feeling (‘sentimiento’, en inglés). El feeling es un estilo musical que se inició en Cuba en los años 1940 y suponía una nueva manera de afrontar la canción, donde el sentimiento definía la interpretación y estaba influido por las corrientes estadounidenses de la canción romántica y del jazz. El feeling se acompañaba de una guitarra, al estilo de los viejos trovadores pero enriquecido por armonizaciones jazzísticas. Así se establecía esta nueva forma de comunicación o “feeling” con el público.

En 1964 se incorporó como intérprete al cuarteto Los Bucaneros, con quienes colaboró en sus primeros trabajos. También probó suerte como solista ocasional, diversificando de esta manera sus experiencias que más tarde le llevarían a trabajar en solitario. En 1965 publicó Mis 22 años, considerada por muchos el nexo de unión entre el feeling y la Nueva Trova Cubana, incluyendo nuevos elementos musicales y vocales que serían precursores de la música cubana que vendría después.

Hacia 1966 fue enviado por las autoridades a un campo de trabajo forzoso de la Unidad Militar de Ayuda a la Producción (UMAP) en la zona de Camagüey, en el centro de la isla. Después de fugarse a La Habana para denunciar las injusticias cometidas en lo que en 2015 llamó “un campo de concentración estalinista” fue encarcelado por dos meses en La Cabaña y luego mandado a un campamento de castigo, donde permaneció hasta la disolución de la UMAP, a finales de 1967. En una entrevista en el 2015, comentó que todavía espera que el gobierno cubano le pida perdón por lo sufrido en esa época.

Bajo el influjo del Primer Encuentro Internacional de la Canción de Protesta, celebrado en Varadero en 1967, empezó a crear canciones de contenido político. En 1968 ofreció su primer concierto con Silvio Rodríguez en la Casa de las Américas. Esta sería la primera muestra de lo que más tarde, en 1972, surgiría como el movimiento musical popular de la Nueva Trova. En ese mismo lugar conocería a los miembros de la élite cultural y musical de otros países americanos con los que compartía sus preocupaciones sociales. Violeta Parra, Mercedes Sosa, Daniel Viglietti, Chico Buarque, Simone, Vinícius de Moraes, Milton Nascimento, Víctor Jara entre otros muchos, pasaron por la Casa de las Américas en aquella época.

Como compositor, ha tocado diversos estilos, entre ellos el son cubano y la canción de protesta a finales de los sesenta. Perteneció al Grupo de Experimentación Sonora y ha compuesto temas para el cine. A través del GESICAIC, junto con otros destacados músicos cubanos, incluyendo a Silvio Rodríguez, participó en un taller creativo donde se formaba a jóvenes talentos cinematográficos cubanos enseñándoles lo mejor de la música cubana, que posteriormente quedaría plasmado en una generación de cineastas que fundían a la perfección música y cine. Esta etapa, que abarca desde finales de los sesenta hasta mediados de los setenta, y va repleta de temas del artista: Yo no te pido, Los años mozos, Cuba va, Hoy la vi, Yolanda, No me pidas, Los caminos, Pobre del cantor, Hombre que vas creciendo, Yo pisaré las calles nuevamente, y otras.

A principio de los años ochenta, formó su propio grupo, con la colaboración de varios amigos que estuvieron con él en el GESICAIC. Esta etapa se caracteriza por la riqueza de los recursos musicales utilizados y por la variedad de los géneros entremezclados, aunque sus contenidos siguen teniendo un fuerte trasfondo social.

Un álbum importante en su carrera fue el titulado Querido Pablo, un disco homenaje grabado con algunos de sus grandes amigos, y en el que participan gente de la talla de Víctor Manuel y Ana Belén, Luis Eduardo Aute y Mercedes Sosa, entre muchos otros. Este disco tuvo una secuela en 2002, que llevaba el título de Pablo Querido. Diecisiete años después, un buen puñado de artistas se vuelven a reunir para cantar al son de Pablo Milanés. En esta ocasión, además de sus amigos “clásicos”, se unen artistas de la nueva música pop, como Fher (el cantante del grupo mexicano de rock Maná), Marco Antonio Muñiz o Armando Manzanero. Participó del documental Van Van, empezó la fiesta (2001).

En 2005 compone una parte de la banda sonora de la película Siempre Habana dirigida por Ángel Peláez. De entre sus muchas canciones, son especialmente famosas: Yolanda, Yo me quedo, Amo a esta isla y El breve espacio en que no estás, Para vivir y Cuánto gané, cuánto perdí.

Numerosos artistas han colaborado con él, entre los que destacan Silvio Rodríguez, Ana Belén, Fito Páez, Ricardo Arjona, Maná, Luís Represas, Joaquín Sabina, Caco Senante, Ismael Serrano, Joan Manuel Serrat, Los Van Van, Carlos Varela, Lilia Vera, Víctor Manuel o Javier Ruibal.

Durante los últimos vivió entre Cuba (La Habana) y España (Madrid, Mazaricos, Vigo). Como defensor de la Revolución cubana se caracterizó por mantener una posición de crítica pública a los errores que, a su juicio, se han cometido en la conducción del país. En marzo de 2010, al preguntarle sobre la huelga de hambre de Guillermo Fariñas, respondió: «Hay que condenar desde el punto de vista humano. Esas cosas no se hacen. Las ideas se discuten y se combaten, no se encarcelan». En la misma entrevista, abogó por un cambio en Cuba, conservando a los Castro pero «con arreglos».

En los últimos años se convirtió en una de las figuras dentro del mundo de la música cubana que más criticó al régimen cubano y a su represión contra disidentes. Falleció en la Clínica Universitaria de Navarra en Madrid, en la madrugada del 22 de noviembre del 2022, debido al síndrome mielodisplásico, un tipo de cáncer que disminuye la respuesta inmunitaria.

Querido Pablo. Tú alguna vez dijiste que LA VIDA NO VALE NADA, pero pronto comprendiste que hay muchas razones PARA VIVIR. YOLANDA llora tu partida, y EL TIEMPO, EL IMPLACABLE QUE PASÓ te indicó que era momento de dejar EL BREVE ESPACIO, el cual, desde ahora, ya no estás. Recibe pues el HOMENAJE de todo un continente que seguirá cantando tus canciones, que seguirán escuchándose por muchos AÑOS. Que nadie detenga tu vuelo. Buen viaje.

POR TODO LO QUE NOS DISTE Y LO QUE EN VIDA FUISTE
MUCHAS GRACIAS PABLO MILANÉS DONDE QUIERA QUE ESTÉS
(1943-2022) Q. E. P. D.


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