El mes de mayo se ha distinguido por conmemorar fechas muy importantes en el calendario. El 1 ° de mayo, donde se recuerda a los mártires de Chicago.
El 5 de mayo, que conmemora el triunfo del ejército mexicano en la épica batalla de Puebla contra los franceses. El día 10, donde celebramos por todo lo alto a todas las madres, a las que están y a las que se fueron, el 15, donde se reconoce a los maestros por su labor.
El 23, ahí los estudiantes están de fiesta. El 17 de mayo….ustedes se preguntarán ¿qué se celebra en ese día? Nada más y nada menos que el nacimiento de una empresa que surgió en plena pandemia, y que pese a las adversidades ha salido adelante. Un negocio que comenzó con $1000.00, un coche y mucho corazón., Esta es la historia de éxito de Aguachileros.
La comunicadora Nelly Peña y el chef Ángelo Salieri unieron sus talentos, y así surgió esta opción que en tiempos de pandemia llevó el sabor del mar al hogar de muchos culiacanenses que extrañaban comer mariscos frescos.
Ella nos cuenta esta fascinante historia: “Todo comienza en mayo del 2020. Estábamos en el periodo de confinamiento total. Tenía algo de dinero ahorrado, y empecé a trabajar sobre una idea. Yo siempre fui mujer de negocios. La pandemia provocó el cierre de muchas empresas, mucha gente que quedó sin trabajo.
Para mi buena suerte, yo continuaba en el canal, pero nomás pisaba la base porque no había casi actividad, tenías que sacar tu trabajo a como diera lugar, no podíamos tener mucha exposición en la calle, en fin. Una de las víctimas de la pandemia fue uno de mis vecinos que es chef, que por desgracia se quedó sin empleo.
Le propuse que participara en mi negocio. Mi inspiración fue el evento del aguachile más grande del mundo, que por aquel entonces se realizó un mes antes de la pandemia.
Como la comida es algo seguro y que siempre deja buenos dividendos, aposté por hacer algo con mariscos, pero no ceviche de a litro porque era algo ya muy visto, así que le comenté que sería innovador hacer aguachiles por orden, ya que no había eso en el mercado, contrario a los ceviches, que por default ya están listos, se sirven y ya estuvo. Mi socio aceptó, y hasta me dio algunas ideas, entre ellas, de dotar una imagen al nuestro negocio, probar con algunas salsas, tener un toque muy particular en la presentación del platillo, en fin, esos pequeños grandes detalles.
Yo invertí el capital, y él aportó su talento y experiencia en el arte culinario. Tan luego aterrizamos la idea, comenzamos a invitar a nuestros amigos, contactos y gente del círculo cercano a que probaran nuestro platillo.
A la larga metimos publicidad a través de redes sociales. Nosotros llevábamos la orden a domicilio, ya que la gente no podía salir, pero tenía antojo de probar algo de la calle.
Pian pianito fuimos construyendo nuestra clientela, ofreciendo un platillo delicioso y hecho con los más altos estándares de calidad.
Sobre la marcha fuimos mejorando el sabor, la consistencia de las salsas, la presentación, el experimentar con otros ingredientes, en fin. Mi visión sobre el negocio es de hacerlo crecer, y lo puedo lograr.
Hemos trabajado mucho y sé que mi empresa puede llegar a tener muchos alcances como varias del rubro. El negocio crecerá a como yo lo quiera y desee”.
Partiendo de una experiencia previa aprendió la lección, se aplicó, y le ha ido de maravilla, pero como en todo negocio hay altas y bajas. Le ha ido a veces bien y otras mal, pero como dice el populacho, es parte del show.
Por un tiempo estuvo en sociedad con la propietaria de la pulquería LA MARTONA, quien la invitó a hacer sinergia. Dicha sociedad duró de abril de 2021 a febrero de 2022, ya que la Dra. Karina Cázares tuvo que bajar la cortina, declarándose en bancarrota.
Si no iba a poder con su propio negocio, mucho menos con la sociedad. Eso no desanimó a nuestra protagonista que para su buena suerte, la sucursal matriz siguió y sigue operando desde el día de su apertura, pues en principio Nelly y Ángelo trabajaban desde sus respectivas casas.
“Un emprendedor la sufre, y más si tiene planes de expansión de un negocio, tal es mi caso. Debo esperar a que mi barco llegue a puerto, como se dice coloquialmente, y no estar atenida a ningún socio capitalista, pues cada cabeza es un mundo.
Un socio no solo colabora conmigo sino que también tiene que atender su negocio, solventar sus propios gastos operativos, pagar los servicios, invertir en mejoras de su empresa, y así no se puede. Por eso mejor prefiero manejarme por la libre al momento de que tenga otra sucursal, aunado a que un socio no comparte tu misma visión y misma perspectiva.
En ese tenor, prefiero caminar sola, pues yo sé lo que quiero y a donde quiero llegar con mi negocio. Mucha gente abre un negocio solo para probar suerte, o porque tenía algo de dinero ahorrado y le dio gana de poner un negocio.
En mi caso, no solo invertí dinero, sino también tiempo y mucho esfuerzo. Le metí mucha plata a mi changarro, al grado de que de un tiempo a la fecha dependí de él económicamente, que esa es la tirada de poner un negocio, que te genere ingresos, no ponerlo nomás por ocurrencia”.
Aguachileros: un sueño con sabor a mar. Un pequeño negocio que con voluntad y perseverancia ha ido creciendo, al grado de ser considerado como patrocinador de eventos especiales y participar en muestras gastronómicas, no olvidemos su intervención en el evento del día del Taco.
Esta empresa que empezó con $1000.00, un coche y mucho corazón, tiene mucho porvenir. Con una clientela bien cimentada, el apoyo de sus colaboradores y familia, y el respeto que se ha ido ganando con el paso del tiempo, Aguachileros va en plan grande.
En palabras de Rudryard Kipling: “Si en tu caudal se interponen diques, haz una tregua, pero no claudiques”. Desde este portal, hacemos votos para que Nelly y Ángelo no dejen de soñar en grande.
Que sigan deleitando el paladar exigente de sus fieles comensales por muchos años. Tenemos fe de que habrá Aguachileros para rato. Les deseamos mucha suerte…y algo más.