HASTA LO QUE NO COMEN LES HACE DAÑO
Por: Roberto Montoya Martínez
Domingo 19 de febrero de 2023.
A casi una semana de haberse jugado el Súper Tazón, donde por cierto ganaron los jefes de Kansas City, sigue dando de qué hablar el show de medio tiempo.
Algunos lo aplaudieron, otros quedaron inconformes, el hecho es que ese espectáculo dejó una lectura muy interesante.
Quien sepa leer entre líneas podrá detectar el trasfondo de dicha presentación. Échense este trompo al’ uña.
Rihanna volvió por sus fueros después de 9 años de no presentarse en público. La chica de barbados aceptó participar en el show de medio tiempo del Súper Tazón, sin sospechar el público la sorpresa que les esperaba.
El momento llegó, la cantante con piel de ébano se presentó en una plataforma, enfundada en un outfit rojo.
Pero ella no iba sola, aparte de su cuerpo de bailarines, iba un bebé a bordo. Esto va para la historia. Una cantante dando show con su hijo en segunda base. Fueron más los que descalificaron su espectáculo que los que la apoyaron.
Esos haters consideraron poco digno, ridículo, chafa y burriel la presentación de la intérprete de UMBRELLA.
Se percataron más en lo lento de sus movimientos, en el hecho, de haber hecho playback. Lo monótono de su rutina, y lanzando sendas críticas a su aspecto físico, aduciendo que sui ella hubiera tenido algo de vergüenza no se hubiera presentado.
Hubo uno que otro espontaneo que solicitó que Adele, que fue como espectadora, a que entrara al quite, para quitarle lo aburrido y lo soso al espectáculo. Lástima me inspiran estas personas, pues ignoran el significado de esta presentación.
Si Rihanna se presentó en estado de gracia, fue por tal de demostrar que una mujer es capaz de hacer cualquier cosa, sin importar la circunstancia. Fue un auténtico mensaje de empoderamiento para las mujeres.
El cantar en una plataforma estando embarazada es un acto de valor. Sin demeritar a toda la estructura del show que la pagó la liga.
La intérprete de 34 años no cobró ni quinto, puesto que así se estila. Ella cumplió con ir a cantar, y eso es lo importante.
De veras que hay gente que hasta lo que no come le hace daño. Si alguien no le gustó el show de Rihanna porque a su ver estuvo de hueeeelga decir sus motivos, que con su pan se lo coman.
La cantante no solo dio un espectáculo de calidad, sino que rompió esquemas, fue transgresora, y eso lo aplauden las nuevas generaciones de pensamiento progresista y liberal.
En estos tiempos no debe sorprendernos nada, solo es cuestión de ampliar la mente, y como dice un salmo: Aceptar lo que uno no puede cambiar.
Lo hecho por Rihanna puede ser un referente para que en futuros shows de medio tiempo se repita esta fórmula.
Volveré a usar el epitafio de Héctor Bonilla, pues viene al caso: “Se acabó la función. No estén fregando. El que la vio, la vio. No queda nada”. Y si no les gustó, no se lo coman.