LE DURÓ LO QUE AL POBRE LA ALEGRÍA

Por: Roberto Montoya Martínez

Podrán decir que soy malo, también dirán que soy cruel, pero es innegable el fracaso de
una serie que según Televisa, iba a ser una bomba, y no llega ni siquiera a bomba
yucateca. Se prometió mucho y se dio muy poco. Con un episodio la gente tuvo para todo
el resto de la temporada, que afortunadamente ya va a terminar. Es lo malo de revivir un
muerto. Señores de San Ángel, a los muertos ¡Déjenlos descansar en paz! Échense este
trompo al’ uña.

El final de DR. CÁNDIDO PÉREZ se veía venir, se respiraba ese fracaso. Su final ya estaba
escrito antes de que la temporada arrancara. Esta telecomedia no fue del gusto del
respetable por diversos factores.

Para empezar, a Arath De La Torre le quedó grande el
personaje, carece de la chispa y la gracia del original, aunado al boicot organizado por
muchos cibernautas para no ver esa programación, solo por el hecho de haberse referido
a los voladores de Papantla de un modo despectivo y cruel, producto de una campaña
publicitaria. De por si el amigo ya venía arrastrando con el fracaso de su intento de late
show, ahora con esto lo terminaron por crucificar. Otro aspecto que no favoreció al rating
del programa es el tipo de humor que se maneja en la serie, la cual en la actualidad, es
políticamente incorrecta de origen, partiendo de la época en que se difundió
originalmente.

El personaje es picarón y coqueto, esa ha sido su naturaleza humana,
además la gente ya dejó de ver divertido que se insulten a las suegras y ver a las
empleadas domésticas como seres inferiores y poco inteligentes. Lo que se debería hacer
es retransmitir la versión original de DR. CÁNDIDO PÉREZ, para explicar a las nuevas
generaciones que esa clase de humorismo se manejaba en los 80’s, y que hay cosas que
no son dables en estos tiempos, donde la mujer lucha por su dignidad y pide que se le
trate con más respeto.

Y por último, por una mera cuestión de nostalgia. Con todo
respeto, nada mejor que el original. No quiero decir que el casting haya sido malo, pero
Raquel Garza no le llega ni a los talones a Doña Alejandra Meyer, ni Arath de la Torre tiene
el charming del señor Jorge Ortiz de Pinedo. Si televisa quiere vender nostalgia, que
difunda la versión original, de no ser así, que no le den en la torre a todos aquellos
programas que forman parte de nuestro patrimonio vivencial.

A CÁNDIDO PÉREZ le duró lo que al pobre la alegría su regreso a la pantalla chica en
versión deslactosada y libre de gluten. Por tal de que la temporada acabe pronto, están
transmitiendo tres episodios de un jalón.

Televisa volvió a apostar a un perdedor, que no
solo ahuyenta a las audiencias, sino que ha demostrado que es un pésimo comediante. Le
quedaron grandes los zapatos de Jorge Ortiz de Pinedo quien le falta cuello en la camisa
para ocultar su cara, como muestra de la vergüenza que siente el haberlo escogido como
su sucesor.

El canal ha tenido malas rachas, pero gracias al especialista en señora fue la
peor de todas. Solo bastó un capítulo para que la gente gritara al unísono: ¡que devuelvan
las entradas! Vete mejora hacerte una limpia Arath, ya que estás más salado que un

moco. Sé cauto con lo que dices y como lo dices. Si tu mal tiene remedio, ¿Por qué lloras?
Y si no lo tiene ¿para qué lloras?