LA BOMBA ATÓMICA
Por: Roberto Montoya Martínez
Después de todo se cumplió la fatal regla de tres. Tras la partida de Octavio Ocaña y enrique rocha, una de las pocas rumberas que quedaban se acaba de reunir con ellos. Era guapa, salerosa, buena pa’l bailongo. Durante 10 años hizo las delicias de los amantes del cine de rumberas. No en balde tenía por mote LA BOMBA ATÓMICA, pues ella en si era una explosión de ritmo y sabor. Recordemos juntos con la fuerza del corazón, lo que fue la vida y obra de Amalia Aguilar.
Amalia Isabel Rodríguez Carriera nació el 3 de julio de 1924 en Matanzas, Cuba. Hija de Oscar Rodríguez Aguilar y de Regla Carriera. Desde su infancia, ella y su hermana Cecilia demostraron dotes artísticos y fueron impulsadas por sus padres. Estudió ballet en La Habana, y recibió enseñanzas de los profesores Lita Enhart, Lalo Maura, el cómico Arrechavaleta y Jorge Harrison. Empezó su carrera artística bailando al lado de su hermana Cecilia, siendo casi una niña, bajo el nombre de «Las hermanitas Aguilar». Ambas formaron parte de la Compañía de Teatro de Cuba.
Trabajaron en importantes teatros y centros nocturnos de la isla como Eden Concert, el Tropicana y otros más.
Las hermanitas Aguilar conocieron en La Habana al famoso bailarín cubano Julio Richard, quién buscaba figuras jóvenes para su ballet. Inicialmente, Amalia fue rechazada por Richard debido a su inexperiencia. Después de algunos años siguió como solista, debido a que su hermana se casó cuando estaban de gira en Panamá.
Curiosamente, Aguilar se reencontró con Richard, quien buscaba una pareja de baile para su próxima gira por México y quedó fascinado por su belleza así como por su talento para bailar, decidiendo seleccionarla para su gira trayendola junto con su familia a México, lo cual llamó la atención de productores y empresarios.
En México, debutó en el Teatro Lírico de la Ciudad de México, así como en la estación radiofónica XEW en el programa La Hora Mejoral de Carlos Amador. En ese mismo año filma su primera cinta, Pervertida, junto a Ramón Armengod y Emilia Guiú, donde la naciente estrella roba el protagonismo a la pareja estelar. Mientras Amalia actuaba en el centro nocturno Waikikí, fue descubierta por el productor estadounidense Edward Perkin, quien le ofrece trabajar en los Estados Unidos en un espectáculo con los Lecuona Cuban Boys.
En su paso por los Estados Unidos, llega a trabajar al lado de figuras como Bob Hope, Carmen Miranda y Xavier Cugat. Trabajó en numerosos centros de espectáculos: The Roxy, Teatro Puerto Rico, El Rancho Vegas, el bar del deportista Joe DiMaggio (quien fuera marido de Marilyn Monroe) etc. En Hollywood filma la cinta A Night at the Follies (1947), junto a la vedette Evelyn West. En Hollywood, el productor Howard Hughes tenía la intención de que Amalia protagonizara una película sobre la vida de Lupe Vélez, pero ella se negó a trabajar en la industria hollywoodense y decidió regresar a México.
De regreso en México, dirigió un grupo de músicos llamados Los Diablos del Trópico, y se reincorporó al cine mexicano en 1948 con la cinta Conozco a los dos, basada en el bolero del mismo nombre. En 1949 obtiene un rol estelar en la cinta cómica Calabacitas tiernas (¡Ay que bonitas piernas!), junto a Germán Valdés “Tin Tan”, con el que forma una mancuerna entrañable. En ese mismo año trabaja con Pedro Infante en la cinta Dícen que soy mujeriego, y con Blanca Estela Pavón en En cada puerto un amor.
También realizará sus primeros roles protagónicos en las cintas cómicas El colmillo de Buda y La vida en broma, junto al popular cómico de origen español Ángel Garasa. Y es que a diferencia de otras de sus colegas rumberas, Amalia realizó pocos melodramas. Más bien se inclinó por la comedia ligera, realizando personajes vivificantes. El pintor Jose Luis Cuevas decía que Aguilar era una especie de «Tin Tan» femenino.
En 1950 protagonizó dos populares comedias musicales de la época: Ritmos del Caribe y Al son del mambo. En esta última cinta formó pareja con el comediante Adalberto Martínez “Resortes”. La cinta también sirvió como carta de presentación de Pérez Prado y el mambo en el Cine mexicano. En 1951 realizó uno de sus filmes melodramáticos más recordados: Amor perdido, donde comparte créditos estelares con el actor Víctor Junco.
En 1952, el director chileno Tito Davison la reúne con las actrices Lilia del Valle y Lilia Prado para participar en la cinta cómica de corte feminista Las tres alegres comadres. El éxito fue tal que en ese mismo año las tres actrices se reunieron en otro filme similar llamado Las interesadas, ahora dirigidas por Rogelio A. González.
En 1953 la fórmula se repite con otras dos cintas más: Mis tres viudas alegres y Las cariñosas, ahora con Silvia Pinal sustituyendo a Lilia Prado. En ese mismo año Aguilar protagoniza junto a Roberto Cañedo la cinta Los dineros del diablo (1953), del afamdo director Alejandro Galindo. Su último rol estelar en el cine fue en la cinta Las viudas del cha cha chá (1955). A partir de ese momento, Amalia solo realizará actuaciones musicales en cintas como Los platillos voladores (1956) y Los televisionudos (1957).
Tras contraer matrimonio, se retiró de su carrera cinematográfica. Radicó varios años en Perú, donde fundó cadenas de taquerías. En 1976, finalmente regresó a México. Estudió Cultura de Belleza y fundó su propio salón de belleza. Amalia regresó al espectáculo para una temporada musical en el Teatro Blanquita con Resortes y Rosa Carmina. En 1981, volvió a Perú y presenta los exitosos espectáculos musicales Perú… te traigo un son y Salsa Caliente 82.
En 2003, el director de cine mexicano Rafael Montero la convenció de realizar una breve aparición en la película Dame tu cuerpo, protagonizada por Rafael Sánchez-Navarro y Luz María Zetina.
En 2006, fue galardonada con el premio Diosa de Plata, otorgado por PECIME (Pediodistas de Cine Mexicano) en reconocimiento a su trayectoria artística.
En 2010 fue homenajeada en la ciudad de Miami, Florida, donde se reconoció su trayectoria artística y se le otorgaron las Llaves de la Ciudad, de manos del alcalde Tomás Regalado.
Contrajo matrimonio con el doctor y político peruano Raúl Beraún Bedoya. Se retiró del cine en 1955 y decidió dedicarse a sus hijos y matrimonio. Su marido murió en un accidente aéreo en 1962. Los tres hijos que ambos procrearon son Daphne, Raúl y Jorge.
El 8 de noviembre de 2021, Aguilar falleció a los 97 años de edad, siendo informado por medio de su cuenta oficial de Facebook. Su funeral fue llevado a cabo al día siguiente y sería sepultada el 10 de noviembre en el Panteón Jardín ubicado en Ciudad de México.
La bomba atómica dejará de explotar. Aunque ella estaba retirada de los reflectores, la gran Amalia Aguilar seguía cobrando presencia a través de las películas en las que participó, y siguen difundiéndose por TV, tanto de paga como abierta. Su silueta y contoneo nos seguirán cautivando. Partió como que fue, grande entre las grandes. Que nadie detenga su vuelo. Hasta siempre señorona.
POR TODO LO QUE NOS DISTE Y LO QUE EN VIDA FUISTE
MUCHAS GRACIAS AMALIA AGUILAR DONDE QUIERA QUE ESTÉS
(1924-2021) Q. E. P. D.