FUERTE ES EL DOLOR DE LA DIVORCIADA, PERO PRONTO PASA
Por: Roberto Montoya Martínez
Sábado 11 de marzo de 2023.
Lo que se temía al fin sucedió. Se veía venir lo que se comentó semanas atrás. Otra de las conductoras de HOY también tiró el arpa, y dijo ¡Renuncio! ¡Ya me quiero divorciar! No le hace que la prensa me tenga que despedazar.
Andrea Legarreta y Tania Rincón ya tienen a otra compañera de infortunio, cumpliéndose así la fatal regla de tres.
Son tres duelos los que enfrentan las figuras principales del tan mentado matutino, solo que la última en bajarse del tren se mostró imperturbable. Pongan ojo al parche.
Estaba más que cantado que Galilea Montijo se iba a divorciar de su marido, nomás era cuestión de tiempo.
Contrario a sus compañeras, la jalisciense no hizo aspavientos, ni tampoco drama, ella no lloró., pues ya había problemas en el paraíso desde antes.
La pandemia de Covid 19, aunado a presuntas triquiñuelas cometidas por el político guerrerense, y la bronca con la Gómez Mont, acabaron por enfriar la relación.
Todo lo antes mencionado se fue acumulando hasta hacer una bola de nieve, situación que la pareja no pudo soportar. Como siempre en cada divorcio, hay víctimas colaterales, tal es el caso del hijo que tienen en común Fernando Reyna y la Gali.
Esta última emitió un comunicado donde explicó muy a su manera los pormenores de su separación, suplicando a la opinión pública respeto y solidaridad, ya que no volverá a tocar el punto.
Era inevitable que se hablara de eso en el programa donde participa, pero recalcó que ya no hablaría de eso. Ante las cámaras sacó a flote el temple que se requiere en casos como este.
Algunos le creyeron, sus haters argumentaron que se consagró como actriz de gran cartel. Pues está muy bien montada la farsa, al grado de que ya recurrieron a instancias civiles para terminar el contrato matrimonial.
Los anarquistas de la red celebran el mal momento de la Montijo, pues ella destrozó un hogar, del cual formaba parte su ya ex cónyuge, dejando tras de sí a una mujer desconsolada y dos niños inocentes.
Lo mismo puede ser venganza del destino, lo mismo puede ser justicia divina. De un modo u otro Galilea está en paz con la suerte.
Fuerte es el dolor de la divorciada, pero pronto pasa. Galilea Montijo se convirtió en otro miembro del club de las divorciadas, solo que su tragedia la sufrió en silencio, cansada de tanto mitote, intriga y perversidad de sus detractores orgánicos, quienes celebran la desgracia de la tapatía.
Le llegó el karma a esta culta dama, y no tanto por haber destruido una familia, sino porque hizo un desgarriate de su vida en los últimos años.
No es nada agradable burlarse y regocijarse del dolor ajeno. La chamba, la rutina se convirtieron en enemigos de esa relación que terminó amistosamente, igual que los casos anteriores, Como eso está muerto, hay que sepultarlo.
Cada quien a lo suyo, Galilea al show business, Fernando a lo suyo. Ya quedaron en paz. Cuando no hay amor, ni las cobijas calientan.