La Lucha Libre Mexicana no está viendo la suya. No termina de reponerse de la muerte de Súper Muñeco, cuando vuelve a sufrir otro golpe al corazón. Se ha ido un narrador excepcional. Un hombre con verdadero feeling, cuyas crónicas fascinantes embelesaron no solo a los aficionados de hueso colorado, sino también los más escépticos se dejaron cautivar con sus narraciones.
Su sola presencia en la tele, marcó la infancia y adolescencia de más de uno. Recordemos juntos con la fuerza del corazón., lo que fue la trayectoria de Arturo “El Rudo” Rivera.
Considerado como la mejor voz de la lucha libre, Arturo “Rudo” Rivera nació en la Ciudad de México en 1954 y desde que descubrió su talento por el tema deportivo, en especial por los deportes de contacto, demostró una gran pasión que lo llevó a colocarse en el gusto del público.
El Rudo Rivera, como se dio a conocer cuando incursionó a los micrófonos de la lucha libre, comenzó su carrera en el periodismo deportivo como reportero de Televisa Deportes. No obstante, en sus primeros años su función principal era cubrir la información relacionada con la Selección Mexicana de Futbol. Así permaneció durante ocho años en los que, incluso, fue testigo del veto del Tricolor en el Mundial de Italia 90 por el caso de los cachirules.
Al término de dicha justa deportiva, cuando se encontraba de guardia en la televisora. El productor Luis Cabrera solicitó su apoyo para narrar lucha libre. Aunque Rivera aclaró su poco conocimiento de la disciplina que comenzaba a ganar afición en las pantallas de televisión, su interlocutor lo designó a cargo de una función grabada que se transmitió por medio de Univisión.
“Yo empecé a ser así, sin querer, porque no tenía argumentos, no sabía de llaves, no sabía la historia de cada luchador. Para mí todo era nuevo”, declaró en una entrevista con Antonio de Valdés. Sin embargo, el productor quedó conforme con su actuación y, además de agradecerle por haberlo sacado del apuro, le anunció que lo programaría para repetir su papel en la siguiente semana. Así, de forma totalmente inesperada comenzó a forjar su historia.
Con el paso de los años, Rivera comenzó a abrirse paso como una de las personalidades indispensables en la narración y crónica del pancracio mexicano. Su exacerbada afición por el bando de los rudos también lo convirtió en un ícono, pero le causó conflictos en el espectáculo con algunos de los protagonistas del deporte. A pesar de ello, junto con el Dr. Alfonso Morales, consolidó una de las duplas más entrañables de la comunicación deportiva.
El Rudo Rivera se dedicó la mayor parte de su vida a la narración, el apoyo y la divulgación del arte de la Lucha Libre en México, donde creó frases inmortales como “Arriba los rudos, los rudos, los rudos y el Atlante”.
Al llegar el pancracio a la televisión abierta de México, Arturo Rivera se puso a disposición del bando rudo, mientras su entrañable dúo tras el micrófono, el Dr Morales, era su contra parte, el apoyo moral de Los Técnicos.
Además pasó por narraciones del futbol, deporte en el que apoyó durante toda su vida al Atlante. Gracias a ello, formó parte de grandes eventos como las Copas del Mundo de México 86, Italia 94, Francia 98; o diversas Copas
Libertadores en las que aún participaban los equipos mexicanos.
También fue parte de diversas transmisiones en Televisa, su casa a lo largo de su experiencia, como el Matutino Exprés donde compartió cuadro con Esteban Arce, con Adriana Riveramelo, y con José Ramón San Cristóbal, mejor conocido como La Estaca.
Por medio de las redes sociales, colegas suyos y empresas a las que ha estado ligado a lo largo de su trayectoria difundieron, de manera urgente, una solicitud para convocar donadores de sangre y plaquetas.
Sin embargo, personajes como Antonio de Valdés, Javier Alarcón, Joaquín López Dóriga y el propio luchador de la AAA, Drago, se dedicaron a difundir y solicitar el apoyo. Lo mismo pasó con las cuentas en Twitter de Televisa
Espectáculos, TUDN, Contacto Deportivo y seguidores del pancracio mexicano. “Solicitamos su apoyo, se necesitan sangre y plaquetas, cualquier tipo para Arturo Rivera”, se lee en la hoja firmada y validada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Lamentablemente, el pasado 9 de febrero, Arturo “El Rudo” Rivera, perdió la tercera caída. Se fue a reunir con su compañero Alfonso Morales, que dos años antes, se le retiró la licencia.
Se nos fue el rudo. El pancracio mexicano ya no será el mismo sin la presencia del comunicador, que le ponía sabor a cada función. Atlantista de cepa, fanático de las luchas, un tipo muy divertido. Partió de este mundo como lo que fue: Grande entre los grandes. Las transmisiones de lucha libre no serán lo mismo sin él. Se le va a echar de menos. Adiós fenómeno.
POR TODO LO QUE NOS DISTE Y LO QUE EN VIDA FUISTE MUCHAS GRACIAS ARTURO “EL RUDO” RIVERA DONDE QUIERA QUE ESTÉS (1954-2022) Q. E. P. D.