Al tener Sinaloa 152 especies de reptiles, enseña la Facultad de Biología a estudiantes la manipulación segura con técnicas y herramientas adecuadas.
Noviembre 22 de 2024.
Instruir y despertar en el estudiante la investigación en los inicios de la carrera, es lo que pretende el cuerpo académico de Vida Silvestre y Biología Molecular de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), a través de talleres prácticos en alumnos de los distintos grados de ambas licenciaturas con que cuenta la unidad académica.
En este tercer taller denominado Manipulación segura de reptiles de herpetofauna, a cargo del biólogo José David Jacobo González, el cual tuvo una asistencia nutrida, mostró la forma segura de manipulación de este tipo de especies, bajo técnicas y herramientas adecuadas.
“Tratamos de que aprendan cómo hacer esas manipulaciones seguras y, dependiendo el grupo animal que estén trabajando, sepan identificar en qué momento utilicen determinada técnica o utilizar otra técnica diferente”.
Bajo ese objetivo, se le enseña al alumno las condiciones seguras para entrar en contacto con este tipo de especies y, con ello, evitar riesgo alguno de peligro; sin embargo, esta actividad que va más allá, busca afianzar en el alumno el trabajo como investigador.
“En este caso los anfibios y reptiles cumplen una función ecosistémica importante al generar en alguno de ellos refugios o alimento y pueden interpretar que es lo que sucede con nuestro medio ambiente”, expuso.
Ejemplo de ello, mencionó, los trabajos con la tortuga del matorral sinaloense, donde se hace investigación con ecología térmica, conocer cómo ellas funcionan con temperaturas actuales y entender cómo se van a comportar ante el cambio climático, además de permitir conocer cómo anfibios y reptiles dependientes de temperatura se van adaptar a estos retos del cambio climático.
Una ventana que se abre al alumno en el mundo de la investigación, y desde luego en campo, dando como dato que el estado de Sinaloa tiene alrededor de 152 especies de reptiles, donde el trabajo de campo hecho por investigadores y estudiantes ha encontrado nuevas especies descritas, como la rana de dos largos en Mazatlán, además de nuevos registros de serpientes y lagartos en Badiraguato y El Fuerte.
Entre las aristas que compartió, abordó también aspectos que afectan a estas especies como el cambio de uso de suelo derivado de la acuicultura, agricultura y el desarrollo urbano, donde han tenido que buscar un nuevo hábitat, aprendiendo a adaptarse a estos cambios.
Sin embargo, en ese sentido, destacó que enseñan al ser humano que ellos pueden convivir con nosotros adaptándose, donde la pregunta sería el por qué nosotros no a ellos, causando la pérdida de especies; el llamado a la sociedad es cuidar y respetar cada especie con la que cohabitamos, independientemente cuál sea.