Los contagios crecen en forma alarmante y la salud de los sinaloenses en riesgo continuo de contraer la enfermedad.
Jueves 13 de enero de 2022.
Todos estamos expuestos. Tenemos que salir a la calle, a la oficina a los tribunales o al supermercado, y encontrarnos con personas que seguro no saben que traen el virus y lo transmiten a otras que no saben tampoco que se han contagiado.
Después nos enteramos de que han salido positivos al virus las personas con las que estuvimos gestionando asuntos laborales o en audiencias en Tribunales. Tenemos que ponernos en resguardo de inmediato y no poner en riesgo los demás y tampoco a la familia.
Esa es la crisis de riesgo en la que todos nos encontramos. El aislamiento es obligado como medida de protección para saber si traemos o no ese virus que puede ser mortal. La vacuna, dicen que protege, lo sabremos si ese virus se guareció en nuestro organismo.
Puedo ser un enfermo más de ese virus contagioso. No podemos evitarlo. Hay responsabilidades que cumplir. Debemos gestionar diversos asuntos y tener encuentros obligados en oficinas que se sabe, hay antecedentes de enfermos por covid.
Me encuentro aislado en mi propia casa. Tengo la obligación de evitar que corra el virus y se aloje y dañe a personas que no tienen culpa. Ese es el compromiso moral que debemos manifestar todos los que tengamos sospecha que pescamos ese virus, porque no lo demos transmitir.
Preservar la salud en casa es un deber y al mismo tiempo una obligación. No hay que permitir que el virus se extienda. Ese debe ser el corazón para detener la pandemia. Comparto el llamado de los empresarios organizados que todos los patrones asuman el compromiso con sus trabajadores de pagarles el salario por el tiempo que prevalezca su incapacidad para trabajar.
Es justo y es humano ese compromiso. Que el trabajador contagiado no sufra por el virus y por no tener dinero para costear su enfermedad. Merece expresar un reconocimiento al llamado realizado, pero más todavía a todos los empresarios que hagan suyo ese compromiso.
Refugiarse en casa para curar la enfermedad, es un alivio. Llegar al hospital por agravarse la enfermedad, es la mayor preocupación, por una realidad que podemos encontrar, que no haya camas suficientes y medicamentos escasos, porque de la cura nadie responderá.
A las autoridades de salud, les toca asumir con determinación, que la pandemia no haga más estragos. Que el Químico Benítez deje de alentar a las personas con su carnaval. Festejos como ese, dañan más, que beneficiar a la gente. El pueblo muriendo y el político riendo. Que perversidad.
Mano firme señor Gobernador. El Secretario de Salud sabrá como proceder. Las multitudes que aparezcan cuando no haya riesgos. El virus nos puede postrar. Comparto también como ciudadano que no hay que recurrir al aislamiento total. Las actividades de todo tipo tienen que continuar. Que todos asumamos el compromiso con responsabilidad de atender las medidas de protección y la pandemia tendrá que ceder.
Espero no ser un registro más en la estadística del covid. Los cuidados los habré de cumplir. Cuídense y que la salud los acompañe.
¿Usted qué opina?
