Es gratificante tener la oportunidad de opinar libremente, aunque muchas de las veces resulta incómodo para algunos.
AGOSTO 20 DE 2024.
La Fiscalía estatal ha quedado evidenciada de que la investigación de los delios no estaba en las mejores manos. Desde que se realizó el proceso protocolario para nombrar se dijo que la decisión estaba tomada y que lo demás era un asunto de cumplimiento formal.
Mencioné en este espacio de opinión que la Mtra. Sara Bruna Quiñonez Estrada, porque ya se sabía que ella sería, había cambiado el suave escritorio de juzgadora por la espinosa tuna del nopal que le ponían en sus manos.
Para quien ejerce el poder eso es pecata minuta. Lo que interesa es nombrar a incondicionales que puedan ser utilizados y obedientes para ser fieles cumplidores de cualquier orden que se les de. Pudo ser esa la situación que enfrentó la ahora exfiscal.
Dirigir una Institución del tipo de la Fiscalía es entrar de lleno saber a quienes están, que es lo que hacen y como lo han hecho. Se le alertó que dentro de la Institución había mucho que revisar porque la corrupción es una constante y nadie se ha determinado a corregir ese mal.
Se prestó al armado tramposo de carpetas de investigación fabricando delitos en contra del Rector Titular de la Universidad Autónoma de Sinaloa Dr. Jesús Madueña Molina, al Encargado de la Rectoría Dr. Robespierre Lizárraga Otero y a otros directivos universitarios, porque no se cedió al ambicionado control político de la Casa de Estudios Rosalina por las autoridades estatales.
Se llegó al absurdo de solicitar y obtener la remoción rectoral y así fue como se involucró en una vorágine de actos que de alguna forma llevaron a la muerte del Mtro. Héctor Melesio Cuén Ojeda. Desde la semanera del Gobernador se difundió el discurso de odio en contra de quien enderezó el rumbo, el orden, la disciplina y la enseñanza en la comunidad universitaria rosalina.
Las investigaciones de la Fiscalía General de la República no pueden apartarse del origen del conflicto propiciado por el gobierno estatal en contra de la Universidad Autónoma de Sinaloa y sus autoridades.
Llama mucho la atención el artículo periodístico difundido el día de ayer por Jorge Fernández Menéndez, en el periódico Excélsior, las características que le dieron a una reunión donde estaría un alto capo de la delincuencia organizada y el líder político-pasista, y en la que se mencionó incluso de la presencia del Gobernador Rubén Rocha Moya, aparecen nuevas líneas que deben ser investigadas.
No debe perderse de vista la mención en dicha nota periodística, del actual Presidente Municipal de Badiraguato, del Secretario General de Gobierno y ahora, de la esposa del mismo y Magistrada del Supremo Tribunal de Justicia, presumiblemente con nexos directos con miembros de la delincuencia organizada.
Los tiempos corren y la investigación deben cuidar esos detalles que hacen voltear la atención social.
El bulto de tarjetas que acumula la Fiscalía Federal, son bastantes. La trama en la que pusieron al Mtro. Cuén Ojeda, pude quedar evidenciada la participación dirigida por los autores intelectuales de ese detestable episodio vivido el pasado 25 de julio. Parece que el camino de la verdad se despeja.
Esclarecimiento cabal de los hechos y justicia para el victimado Héctor Melesio Cuén Ojeda.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.
¿Usted qué opina?
