Libertad en riesgo…!
-Por José Angel Sánchez López-
No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo. Voltaire
La atención sobre las elecciones del domingo 6, aunada a la pandemia que aun persiste provocó que casi pasara inadvertida la celebración antes tradicional del Día de la Libertad de Expresión que se conmemora el 7 de junio.
Sin embargo, dejando para la siguiente ocasión el tema de las turbias elecciones en Ahome y otros municipios, es necesario abordar el de la libertad de expresión que hoy mas que nunca está en riesgo en este México nuestro.
Se ha acusado a regímenes anteriores de represores de la libertad de expresión.
Han sido asesinados periodistas, pero no todos por expresar libremente su pensamiento y señalar errores y abusos de autoridades de diferentes niveles
Muchos de los comunicadores asesinados han sido víctimas de la delincuencia organizada.
Otros por órdenes de funcionarios corruptos.
A lo largo de nuestra actividad periodística hemos sido críticos de malos funcionarios, desde municipales hasta estatales y federales.
Por denuncias periodísticas nuestras han caído jefes policiacos locales, estatles y federales.
Incluso Agentes del Ministerio Público Federal.
En otros niveles se han corregido decisiones erróneas de gobernantes.
Jamás hemos sido hostigados por nuestros señalamientos, aunque si reprimidos en nuestros legítimos intereses en la administración de Mario López Valdez.
En otros gobiernos, incluso los federales nuestras opiniones ha sido respetadas, aunque molesten.
Pero hoy, vemos como la libre expresión periodística es víctima del acoso gubernamental desde lo mas alto del poder.
Varios comunicadores han tenido que dejar sus tribunas. Algunos han salido del país.
Los grandes medios sufren el acoso federal: o se doblegan o les cortan los contratos de publicidad y son víctimas de la agresión verbal desde la tribuna presidencial.
No hay “mañanera” en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ataque a los comunicadores non gratos.
Son non gratos los que señalan sus errores, los que critican sus decisiones absolutistas, los que le critican proyectos que a todas luces parecen destinados al fracaso.
Son los “buenos” aquellos que doblan la cerviz, aplauden y llenan de loas al presidente.
Esos tienen acceso abierto a las “mañaneras” y reciben favores, no solo en efectivo sino que hasta los premian con puestos públicos, incluso diplomáticos para irse becados al país de sus sueños.
Si bien las agresiones del presidente a los periodistas libres y críticos son verbales si tienen repercusión en algunos de los miles de enajenados que todavía viven de la esperanza en medio de las carencias.
Hoy los ataques son cotidianos pero no pasan de la verborrea.
Pero en esa actitud reclamatoria y ante el desmesurado afán de absorber todos los poderes gubernamentales el riesgo es cada día mayor para la libertad que ejercemos para pensar y expresar nuestros pensamientos.
El Presidente no entiende las palabras del escritor y filósofo francés François-Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.
Y eso es grave, lo hace intolerante
Y la intolerancia puede llevarlo a poner coto a nuestras libertades.