Surgido del medio rural, hecho con valores naturales basados en el respeto y la colaboración propia de los nativos del campo donde nació y creció el hoy titular de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Arribó y se formó en las aulas rosalinas. En ellas, regó las raíces del conocimiento y mezcló el cimiento que serviría como plataforma futura para dirigir la institución pública de educación superior más importante del noroeste de México.

Perseverante, cuidadoso de la prudencia en la que debe sustentar sus objetivos, y las posibilidades de éxito en las metas que se propone realizar.

De carácter firme, moldeado con rasgos humanistas y accesible al momento de escuchar. Sabe hacer alianzas. Esas habilidades le permitirán cumplir los retos que asume en una institución que se caracteriza por la diversidad de pensamientos que conforman la comunidad universitaria.

Inicia, haciendo un llamado respetuoso los directivos de cada una de las unidades académicas y de la organización sindical universitaria para que dentro de sus atribuciones se avance por el rumbo del progreso y de la calidad académica en tiempos en que el conocimiento adopta nuevos esquemas para cumplir con la función social de educar.

Impone cambios, llamó a los actores universitarios a tener la máxima comunicación e intercambio de ideas y proyectos. Posicionar a la Universidad con los sectores sociales y productivos de la entidad, para que los sinaloenses cuenten con la estructura formativa de hombres y mujeres, para que sumados todos, contribuyan al desarrollo del Estado de Sinaloa.

Que hará un gobierno universitario basado en la transparencia, condición que se perdió en los últimos ocho años anteriores en la administración uaseña. Se comprometió a trabajar unido con el gobierno del Estado. La Universidad no debe caminar en la confrontación o de manera paralela frente a quien le aporta gran parte de los medios que
le permiten subsistir.

Esperó y cuidó en todo momento su postura institucional como aspirante a la dirección universitaria. Finalmente, se le nombró Rector. El órgano superior de gobierno universitario, le reconoció su plan de desarrollo institucional propuesto y que implementará en su periodo rectoral.

Que será cuestionado, seguramente. Que es amigo del Maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda, lo hemos dicho en este espacio de manera reiterada, que no solo es amigo, sino parte de un calificado grupo de universitarios que ha permitido impulsar el desarrollo de la Universidad Autónoma de Sinaloa, como contribuyente exitoso. Los estándares de calidad en los programas educativos de la institución rosalina en gran parte se deben al trabajo
creativo y planteamientos con altos estándares de contenido científico del ahora Rector

Jesús Madueña. Da y recibe. Da enseñanza y recibe resultados. Así lo demostró cuando fue Director de la Facultad de Medicina de su Alma Mater, la Universidad Autónoma de Sinaloa. Como Secretario General, dio la mejor orientación en la forma de dirigir la administración universitaria.

Enseñó a ser juicioso en la forma de conducir, siempre bajo el más elemental principio del respeto, aunque no siempre obtuvo la misma respuesta del señor que se fue y de su equipo cercano que lo ayudó.

No comparto las opiniones de quienes cuestionan las palabras de agradecimiento y de compromisos que expresó, el ahora Rector, al gobernador en funciones y al virtual Gobernador electo que es parte además de la comunidad rosalina.

Posturas institucionales basadas en el respeto a la autonomía universitaria como principio esencial
que se distingue en estas instituciones.

Sus convicciones políticas tampoco tienen por qué justificarse. Están sustentadas en las libertades que como ciudadano le otorga la Constitución Federal, no se le puede discutir sus preferencias político-partidistas porque sería atentar contra un derecho fundamental que la propia constitución le concede.
¿Usted que opina?