Los hechos violentos se repiten diariamente y parece que no hay autoridad que sea capaz de detener ese flagelo.
La maldad de los grupos de sicarios se radicaliza. Cuentan con sofisticado armamento y su poder bélico atemoriza a una sociedad que se siente cada vez más vulnerable ante esos grupos criminales.
La violencia no cesa, los hechos de sangre mantienen vigencia en un Estado que suplica que la detengan, pero no hay autoridad con capacidad de respuesta que pacifique nuestro entorno. La estadística criminal crece y la autoridad sin pudor alguno, se atreve a difundir que los delitos van a la baja.
Las calles de la ciudad vuelven a ser testigos de enfrentamientos no solo en Culiacán, también en otras partes del Estado. Mueren dos estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa de manera cobarde y alevosa. Los gavilleros que se han apoderado del Estado. La sociedad se atemoriza. No ve respuestas que destierren la inseguridad, las
policías han sido rebasadas y la autoridad lo niega. Su ineficiencia se justifica a la destrucción de las cámaras de videovigilancia. Continuamente difunden imágenes de equipo dañado, lo que no dicen es si han detenido a los responsables de esos hechos. Lo más seguro es que no sea así.
¿Serán los pandilleros quienes las destruyen? ¿Será la autoridad quien lo hace para ocultar sus ineficiencias?
Con o sin cámaras en la ciudad la inseguridad deberá combatirse. Debe tenerse un plan de organización policial de tal manera que los cuadrantes estén bien definidos y las formas de operar de la policía en cada uno de ellos.
Es ineficiencia, porque no hay suficiente policía y la poca que se tiene se ve rebasada por los numerosos hechos delictivos que suceden en el Estado. No se han preocupado por revisar los estados de fuerza policiales. Tampoco se han diseñado programas de actualización y capacitación policial a esos poquitos elementos policiales que todavía
tiene el Estado y los Municipios.
El Consejo Estatal de Seguridad Pública a través de su Secretariado Ejecutivo, no ha tenido tiempo, pero tampoco iniciativa para dar vigencia a sus múltiples funciones para que la seguridad pública en el Estado sea una realidad.
El Gobernador solo se ha preocupado por llevar a ese puesto a sus amigos, aunque carezcan del perfil para ocupar
el puesto. Es lo que menos importa. La lealtad a la amistad es más importante que la seguridad estatal.
Como parte de una sociedad interesada en la seguridad, distraigo la atención a los candidatos en este proceso electoral, y se den un baño con el diagnóstico de la inseguridad y la criminalidad en el Estado. Que en el Ministerio Público se alejen de revanchismos personales y se interesen por abatir los altos índices de impunidad que no ha podido solventar.
Señores candidatos, no desatiendan los compromisos en la seguridad y combate al crimen. La sociedad sinaloense demanda orden y respeto, ruega honestidad de quien ejerce esa función. Quiere resultados contra el crimen, y exige mejores policías y fiscales para desterrar la impunidad.
Muchos son los compromisos señores candidatos. Siembren propuestas y destierren la provocación, porque no es el que más denuncias presente quien se llevará el éxito en la elección.
2021, vota por un mejor gobierno y destierro a la impunidad.