¿Por qué dar todo el poder de nombrar a los funcionarios del gobierno al Presidente y a los Gobernadores de los Estados?
Lunes 27 de junio de 2022.
En la elección municipal, se participa por planillas y se elige la ganadora por el voto de las mayorías. En el Municipio, la Ley de Gobierno Municipal condiciona el nombramiento de tres funcionarios. El Secretario, el Tesorero y el Oficial Mayor los nombra el Cabildo a propuesta del Presidente ganador.
El titular de la seguridad pública de los municipios los nombra el Cabildo dicen que es a propuesta del Gobernador, pero quien en realidad lo hace es la autoridad militar. Los Consejos Municipales de Seguridad Publica quedaron de membrete.
El concepto de soberanía debería extenderse no solo a la elección de los titulares del poder público, con excepción del poder judicial.
El nombramiento de los Secretarios de la administración estatal deberían ser nombrados por el Congreso aun cuando la propuesta surja del Gobernador.
Habría que incorporar esa modalidad republicana para matizar el arribo de camarillas de incondicionales a la administración que no llevan otro interés que proteger en muchos casos las tropelías de quien gobierna o para su beneficio personal.
Esa forma de gobernar se apegaría al mandato del artículo 41 de la Constitución Federal. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes públicos. Soy un convencido que la simulación gubernamental y la facilidad para crear compromisos y complicidades desde el poder político es llevando a los incondicionales del gobernante a las posiciones de control político y presupuestal que permite planear mejor sus fechorías.
No importa que el Congreso del Estado esté compuesto en su mayoría por Diputados del mismo partido político que gano la elección, porque la sociedad tendría una tribuna que denunciaría toda acción orquestada para llevar a las titularidades secretariales a los incondicionales del Gobernador.
Las voces disidentes quizás las callen por las muy conocidas dádivas que manipulan voluntades. Basta del discurso faccioso de que se gobierna con amigos. Esa filosofía política, mucho daño ha causado al Estado y al País.
Que los estudiosos de la política, de la sociedad y del gobierno, propongan fórmulas para limitar esas facultades unipersonales que por mucho tiempo han ofendido a la comunidad.
Los partidos políticos no se atreverían a proponer una medida de esa dimensión. Los que están en el poder no permitirían que el control político se les acotara porque sus proyectos podrían colapsar.
Los partidos políticos minoritarios tampoco lo harían, porque su proyecto es llegar al poder, enriquecerse, sin el menor interés de gobernar para el bien común.
Quizá sean opiniones disparatadas pero la experiencia vivida y las viejas generaciones decepcionadas por la desmedida corrupción no atacada y solapada, por las camarillas delincuenciales organizadas que han asumido el control político del gobierno.
Experiencias desagradables socialmente vividas han sido muchas. Las diferencias políticas se castigan con el juicio político o las solicitudes de procedencia por la fabricación de delitos.
El Congreso no debería destituir, al que es elegido por el voto ciudadano, debería ser el mismo ciudadano a través del voto quien lo destruya y revoque su elección.
La revocación de mandado en la legislación electoral apartada de toda intromisión partidista sería la vía que legitime la determinación ciudadana para destituir al inepto o al corrupto, y en su caso exigir que se le castigue.
Al gobernante o funcionario público corrupto que se le castigue, pero no por revanchismos políticos.
Nuestro sistema jurídico debería ser modificado y actualizado, que las viejas normas jurídicas que han regido sean sustituidas por procedimientos que fortalezcan nuestro sistema democrático. Ya basta que los intereses de unos cuentos estén por encima de la voluntad popular.
Reitero que el Fiscal General y los titulares de la seguridad púbica en el Estado y municipios sea de elección popular. ¿Usted qué opina?